Según los datos que ha podido recoger la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL – COAG) desde septiembre de 2006 se ha producido un incremento de más del 15% en los precios de los fertilizantes que los agricultores emplean en sus labores agrícolas.

Por un lado los distintos abonos complejos, 8 – 15 – 15 o el 8 – 24 – 8 cada cifra hace refencia a su composición de Nitrógeno, Fósforo y Potasio, han visto como su precio pasaba de 31 a 35 pesetas por kilo (0,18 – 0,21 euros) en apenas siete meses, mientras que el 18 – 46 – 0, que es el empleado por buena parte de las cooperativas de la región que se dedican a esta actividad para realizar las distintas mezclas, ha visto como su precio subía un 42%.

Desde UCCL – COAG se lamenta que desde las distintas Administraciones Públicas y especialmente desde el propio Tribunal de la Competencia no se actúe de oficio contra la actitud de las empresas de fertilizantes que, año tras año, llegan a distintos acuerdos internos para autoregular los precios evitando, de esta manera, uno de los pilares básicos de la sociedad económica en la que vivimos la ley de la libre competencia.

Esta dejadez de los distintos poderes públicos es especialmente preocupante si se tiene en cuenta que estos abonos tienen una especial incidencia en la renta de los profesionales que se dedican a esta actividad, representando casi el 14% de lo que estos gastan en el desarrollo de sus labores sólo superados por otros apartados como el gasóleo o los piensos en el caso de los ganaderos, de tal forma que de cada 8 euros que se invierten en una explotación 1 se hace en fertilizantes.

En Castilla y León, según los datos que ha recogido la Unión de Campesinos de Castilla y León se consumen, cada campaña, 1.141.680 toneladas de fertilizantes, de las que 466.395 de nitrogenados simples, 37.351 de fosfatados simples, 34.033 de potásicos simples y 603.937 de complejos.

Valladolid, sábado, 31 de marzo de 2007