El Departamento de Agricultura de Cataluña (DAAM) ha publicado en el Diario Oficial de la Generalidad de Cataluña (DOGC) la Orden por la que se aprueba el reconocimiento y el Reglamento de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Pan de Payés Catalán, con carácter transitorio, y se reconoce su Consejo Regulador provisional.
La IGP Pan de Payés Catalán ampara un pan que respeta una manera de hacer que, en esencia, se ha mantenido inalterada a lo largo de los últimos 100 años en Cataluña y que se fundamenta en procedimientos de elaboración lentos y en el saber hacer de los panaderos durante la cocción. El pan protegido por esta IGP debe cumplir estrictamente un pliego de condiciones y un reglamento para garantizar que lo que llega al consumidor es un pan con todas las características del pan tradicional y que reúne determinados rasgos visuales (redondo, de imagen rústica , de corteza crujiente de color tostado, miga tierna y alveolado grande, del mismo color blanco que la harina que se utiliza, permanece tierno en el tiempo, etc.) y organolépticas (gran aroma y sabor, cierta acidez que mantiene la sensación de frescura, y textura agradable pasadas 8-9 horas).
Además, el formato se realiza de forma manual y todo el proceso se desarrolla siguiendo una elaboración tradicional, con fermentaciones lentas, cociendo siempre las masas en hornos de solera refractaria, y se elabora exclusivamente para las panaderías inscritas en el Registro de establecimientos elaboradores . En el comercio, el pan de la IGP Pan de Payés Catalán se encontrará claramente identificado; s’embossarà justo en el momento de la venta, y se entregará a los consumidores en bolsas numeradas con el logotipo identificativo propio de la IGP.
Cabe decir que en todo el proceso de reconocimiento de esta IGP se ha trabajado conjuntamente Departamento y sector. El proyecto se inició en el año 2009 a instancias de la Federación Catalana de Asociaciones de Gremios de Panaderos, entidad que agrupa a todos los gremios de panaderos de Cataluña. Es por tanto una IGP que cuenta con el apoyo de todo el sector panadero catalán, que espera que sea un revulsivo en unos momentos difíciles en los que la manera de garantizarse la viabilidad y competitividad pasa, entre otros, para apostar por la calidad. Según datos del propio sector, 200 empresas (que representan unos 350 puntos de venta) ya han manifestado la voluntad de formar parte de la IGP y las previsiones son que el número de empresas implicadas pase a 250.
Una IGP es un distintivo de origen y calidad europeo que reconoce las características diferenciales y / o reputación de un producto elaborado en un territorio concreto. El reconocimiento estatal transitorio es un hito muy importante en el largo proceso de reconocimiento de una IGP dado que a partir de ahora se podrá comercializar el producto con este distintivo.
El DAAM hace una clara apuesta por impulsar, junto con el sector, los distintivos de origen y calidad agroalimentaria (denominaciones de origen, geográficas, de vinos, marcas de calidad e indicaciones geográficas protegidas, etc) dado que otorgan un valor añadido al producto y contribuyen a optimizar su competitividad en el mercado, uno de los objetivos prioritarios del Departamento.
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