El Gobierno de Francia ha sometido a consulta pública un proyecto de decreto que redefine el estatus de protección del lobo (Canis lupus) y fija las condiciones y límites para su sacrificio. El texto mantiene el cupo máximo anual de extracción en el 19% de la población de lobo, el mismo porcentaje establecido en la normativa de 2020, pero introduce cambios en la forma de aplicar ese margen, en un contexto de creciente presión de la ganadería extensiva. Este nuevo marco se presenta como el decreto francés sobre el lobo 2025 que deberá orientar la gestión de la especie en los próximos años.

La principal novedad del proyecto es que permite restringir los disparos a zonas consideradas prioritarias para prevenir o reducir daños significativos al ganado. De esta forma, el número total de lobos que se podrán matar no aumenta, pero la intervención se concentraría en territorios con mayor conflictividad, en lugar de repartirla de manera homogénea en todo el país.

Más poder para los prefectos y mayor control sobre la cuota

El texto refuerza el papel del prefecto de cada prefectura francesa en la gestión de los cupos. Si el nivel de sacrificios se aproxima demasiado rápido al límite anual del 19% antes de final de año, el prefecto tendría la posibilidad de suspender temporalmente, o hasta el cierre del ejercicio, las declaraciones y autorizaciones de disparo en las zonas que señale como no prioritarias.

En ese escenario, el sacrificio podría continuar únicamente a través de los agentes públicos especializados en el control del lobo, o de la brigada móvil de intervención, siempre con autorización del prefecto coordinador. El objetivo declarado es mantener un control más estricto sobre el consumo de la cuota, de forma que el decreto francés sobre el lobo 2025 permita gestionar mejor el equilibrio entre conservación de la especie y protección del ganado.

Críticas de las organizaciones agrarias: un texto “tímido y minimalista”

Las principales organizaciones agrarias francesas han reaccionado con dureza al contenido del proyecto. FNSEA y los Jóvenes Agricultores (JA) consideran que las medidas planteadas son obsoletas y que no aportan ningún progreso real ni en la regulación de la especie ni en la protección efectiva de los rebaños frente a la depredación.

Desde la Federación Nacional Ovina (FNO), responsable del expediente de depredación, se califica el texto de “tímido, minimalista y sin traducir en acciones el margen de acción abierto por Bruselas”. A juicio de la organización, el proyecto se limita a ajustar el dispositivo existente sin introducir cambios de fondo que permitan reducir de manera significativa los ataques sobre ovino, bovino o caprino en las zonas de montaña y pastos extensivos.

Una población de lobo estabilizada por encima de los 1.000 ejemplares

Francia cuenta oficialmente con 1.082 ejemplares de lobo, frente a los 1.013 estimados el año anterior, según la Oficina Francesa para la Biodiversidad (OFB). Esta actualización confirma un ligero aumento respecto a 2024, pero también la tendencia a la estabilización de la población observada en los últimos años, según la misma fuente.

La OFB subraya que esta estabilización se produce tras una fase de expansión del lobo por nuevos territorios, lo que explica el incremento de los conflictos con la ganadería extensiva. El debate sobre el cupo de sacrificios y su distribución territorial se inscribe en esa tensión entre conservación de un gran depredador emblemático y protección de un tejido ganadero que reclama mayores garantías.

Próximos pasos: consulta pública hasta el 19 de diciembre de 2025

El proyecto de decreto se encuentra abierto a consulta pública hasta el 19 de diciembre de 2025. Durante este periodo, organizaciones agrarias, asociaciones conservacionistas, administraciones locales y ciudadanos pueden presentar observaciones y propuestas de modificación.

Una vez concluida la consulta, el Gobierno francés deberá decidir si mantiene el texto en sus términos actuales o introduce ajustes para responder, en mayor o menor medida, a las demandas del sector ganadero y a las posiciones de las organizaciones ecologistas. En cualquier caso, el resultado será clave para definir el marco de gestión del lobo en Francia en los próximos años y para orientar el equilibrio entre protección de la fauna silvestre y defensa de la ganadería en las zonas afectadas.