Con la declaración del 2012 como Año Internacional del Cooperativismo por parte de la Asamblea de las Naciones Unidas, se pretende mostrar al conjunto de la sociedad mundial, la contribución de las cooperativas al desarrollo socioeconómico y
reconocer su impacto en la reducción de la pobreza, en la generación de empleo y en la integración social.
Resulta innegable el importante papel desempeñado por el tejido cooperativo castellanoleonés (agrario y ganadero) como instrumento de estabilidad y desarrollo agrario y económico para nuestra región en los últimos años. Y dentro de ese tejido
cooperativo regional siempre ha destacado ACOR, que desde hace medio siglo es uno de los referentes agrarios e industriales para la economía en general de Castilla y León y, por supuesto, para la economía social de nuestra región.
En unos momentos como los actuales, donde los márgenes en el sector agroindustrial se estrechan y se recortan los fondos comunitarios que llegan desde Bruselas, las Cooperativas como ACOR son las únicas instituciones, las únicas empresas que más y mejor riqueza pueden crear en el medio rural, racionalizando la producción agraria y capturando, a favor de los agricultores, el valor añadido de la transformación agraria de sus productos, que en el caso de ACOR, tradicionalmente
ha sido la producción remolachera-azucarera y ahora también la colza, el girasol y el trigo fuerza.
Las cooperativas crean empleo industrial y agrario (ACOR específicamente 500 empleos directos y más de 5.000 explotaciones agrarias), estabilizan el medio rural y facilitan una redistribución social de la renta. Por otro lado, al ser el origen de su capital cien por cien regional, permite que esa redistribución de la renta, que ese desarrollo económico, quede por completo en nuestra región. Esto supone, que el beneficio obtenido por el medio rural se quede en esas mismas zonas agrarias donde se genera. Y esta es la única forma de garantizar la viabilidad del empleo agrario, la única manera de poner freno a la fuerte despoblación a la que paulatinamente se ve sometido el campo español en las últimas décadas, sin olvidar otros esfuerzos de diversificación que aseguran la actividad azucarera.
Por otra parte, ACOR, en los últimos 8 años, ha afrontado un intenso y costoso proceso de reestructuración, diversificación y afianzamiento de sus actividades en el área del azúcar, la bioenergía y los aceites, para garantizar el futuro de la Cooperativa y, con ello, del cultivo remolachero en Castilla y León.
Construyó en Olmedo una planta Integral de Extracción de Aceites y Producción de Biodiesel de 100.000 t/año de capacidad y 64 Millones de € de inversión. Esta fábrica es, hoy por hoy, la única planta extractora de aceites que existe en Castilla y León, lo que unido a su carácter cooperativo, permite a los agricultores de nuestra región beneficiarse de precios rentables para el cultivo de la colza y el girasol.
Posteriormente, en asociación con la Cooperativa francesa TEREOS, constituyeron las empresas Refinería de Olmedo, dedicada al refino de azúcar de caña durante los periodos de intercampaña y ACOR & TEREOS Iberia, dedicada a la
comercialización del azúcar de ambas cooperativas en el mercado peninsular. Los últimos pasos de diversificación y garantía agraria se dieron con la asociación con el Grupo Cooperativo Aragonés ARENTO, para continuar con el desarrollo en nuestra
Comunidad del cultivo de determinadas variedades de trigo fuerza. Este Proyecto permitirá que el agricultor castellano leones, se beneficie de la estabilidad y seguridad que para sus explotaciones representa disponer de un nuevo cultivo para desarrollar sus rotaciones.
Este enorme esfuerzo inversor e intentos de generación de riqueza y renta agraria para sus socios en los próximos años, no debe ni puede verse comprometido por la sentencia del Tribunal Supremo conocida hace unos días y que desestima, el
último de los recursos interpuestos por ACOR contra el acta de regularización que la Agencia Tributaria interpuso a la Cooperativa por los ejercicios económicos desarrollados dos décadas atrás (Ejercicios 1992/93 a 1996/97).
Es por ello que, desde la Unión Regional de Cooperativas Agrarias de Castilla y León (URCACYL), nos unimos al apoyo unánime que la totalidad del sector agrario de nuestra región ha manifestado a favor de la Cooperativa ACOR en relación a este asunto y solicitamos a la Administración Regional y del Estado, que emprenda las gestiones que sean necesarias ante los distintos estamentos para impedir que esta grave condena ponga en riesgo la supervivencia de esta Cooperativa y el futuro de sus socios y empleados.
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