Los responsables del olivar extremeño y portugués han reclamado hoy en Hoyos (Cáceres) una distribución equitativa de la nueva Organización Común de Mercado (OCM) del sector que sirva para frenar la pérdida progresiva de población en las zonas rurales.
El presidente de la Red de Desarrollo Rural de Extremadura (Redex) y alcalde de Hoyos, Aurelio García, manifestó que el Gobierno “debe hacer una política que evite el despoblamiento de zonas rurales como el ocurrido en Sierra de Gata, que ha pasado de 50.000 a 17.000 habitantes” en los últimos años. Asimismo indicó que “Bruselas ha sido injusta con las zonas rurales aunque se están corrigiendo errores para poner en marcha nuevas políticas de desarrollo rural” y destacó que “las prioridades para las comarcas de Sierra de Gata y Hurdes pasan por la valorización de los productos de la tierra, entre los que se encuentran el aceite y la aceituna”.
Aurelio García participó junto a una veintena de ponentes de España y Portugal en el primer encuentro internacional transfronterizo que ha analizado las posibles repercusiones que tendrá la reforma de la OCM y que ha sido organizado por el Ayuntamiento de Hoyos.
En el mismo sentido se expresó el presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Gata, Alfonso Beltrán, quien explicó que “resulta poco creíble que la nueva reforma cumpla sus objetivos de igualar las rentas”
“Por motivos económicos, sociales, medioambientales y culturales, el olivo debe mantenerse y la distribución de las ayudas debe ser equilibrada”, precisó Beltrán, que dijo que “la reforma de la OCM tiene en sus manos el futuro de la zona norte de la provincia de Cáceres” y reclamó “una denominación de origen fuerte de la variedad de aceituna manzanilla cacereña”.
El subdirector regional de Agricultura de la región portuguesa de Beira Interior, José Luis Coelho, también se mostró partidario de “mantener el olivar porque resulta fundamental para la economía local” y se mostró convencido de que “el desafío del sector pasa por la obtención de una mayor calidad”.
En el encuentro también participó el experto de la Confederación de Agricultores de Portugal, José María Falcao, quien dijo que “no se pueden hacer equilibrios ni redistribuciones en un sector a costa de los agricultores”. El representante portugués dijo asimismo que la nueva OCM puede llevar al abandono del 90% de los olivos y del 70% de las almazaras, y tendrá “una repercusión social terrible en las zonas productoras”.
La secretaria general de la Federación de Cooperativas de Olivicultores de Portugal, Patricia Duarte, destacó el descenso del número de agricultores con derecho a ayudas en los últimos años. Según sus datos, “en Portugal, el 90% de los agricultores tiene menos de 500 olivos y sólo el 0,004% tiene más de 5.000 olivos” con una densidad media de 91,4 olivos por hectárea.
Una de las grandes preocupaciones de Portugal es saber qué ocurrirá con las 30.000 hectáreas nuevas plantadas en todo el país y, de forma especial, en el Alentejo. Las perspectivas de futuro pasan, bajo su punto de vista, por el riesgo de abandono y la penalización de los olivos de mayor producción.
La directora de la Casa do Azeite de Lisboa, Mariana Matos, informó que en Portugal se ha duplicado en la última década el consumo per cápita de aceite y sin embargo la producción continúa descendiendo
En su opinión, la OCM “va a tener impactos muy distintos en todos los países productores, agudizará las diferencias y habrá desequilibrios importantes en el mercado mundial”. Algunas incógnitas que se presentan son el impacto que supondrá la nueva OCM y el impacto de las nuevas plantaciones que están poniéndose en marcha en la UE y que equivalen al 25% de la actual superficie oleícola comunitaria.
El presidente del consejo regulador de la denominación de origen del aceite Gata-Hurdes, Casto Prieto, consideró que “existen dos posturas antagónicas en el olivar español, la que defiende una parte de Andalucía (Jaén, Córdoba, parte de Málaga y parte de Sevilla) y la otra que defiende el resto del país.
“La primera pide el máximo dinero posible desacoplado y el resto de España pide el 60% desacoplado y el resto para mantener el olivar”, manifestó Prieto, quien explicó que “actualmente se cobra una media de 160 euros por hectárea en la provincia de Cáceres, 150 euros por hectárea en Badajoz, y en Jaén 770 euros, es decir, seis veces más”.
El presidente de la denominación de origen consideró que “una OCM del olivar no puede desequilibrar las rentas ni favorecer al que más tiene” y se mostró convencido de que “el olivar contribuye de forma importante al mantenimiento del medio ambiente en las zonas rurales”.
“Existen intereses económicos muy fuertes tras la reforma de la OCM del sector del olivar y la Administración central no es partidaria de reducir los ingresos que percibe tradicionalmente el olivar andaluz”, dijo el representante extremeño, quien avanzó que la aceituna de mesa no tiene perspectivas de sufrir incremento de precios en los próximos cuatro años.
Casto Prieto dejó claro que el movimiento cooperativo pide a la Administración que preserve el derecho del agricultor a conservar la historia de las zonas rurales y a mantener la producción” y fue crítico al solicitar al Gobierno una OCM equilibrada.
“Es necesario que el Gobierno, que propugna la redistribución de la riqueza y la corrección de desequilibrios sociales, no se deje guiar por sus técnicos, que dicen que el olivar más productivo es el que más costes tiene, y eso es falso, ya que el 80% de los costes son amortizaciones de capital”, matizó.
El diputado provincial y alcalde de Casar de Palomero, Eduardo Béjar, consideró que la nueva OCM puede suponer un importante retroceso en la renta de los agricultores y un retroceso para las zonas de montaña
“Si no se establece una asignación de 300,00 euros por hectárea se hace necesario fijar otra cantidad compensatoria que permita hacer frente a los gastos de conservación del olivar en las zonas de montaña”, puntualizó.
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