El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, ha anunciado que China realizará compras “sustanciales” de soja estadounidense tras dos días de reuniones comerciales con sus homólogos chinos en Kuala Lumpur, Malasia. El responsable estadounidense comunicó la noticia en una entrevista televisiva en la cadena CBS, donde destacó que el mercado mundial de la soja “se ha equilibrado” y que los productores de su país “estarán muy satisfechos con este acuerdo para este año y los próximos”.
El anuncio ha sido recibido con entusiasmo por el sector sojero estadounidense, que hasta ahora no había registrado ninguna venta a China de la cosecha de 2025. La nueva campaña comercial comenzó el 1 de septiembre, pero, según los últimos datos disponibles del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), correspondientes al 18 de septiembre, China no había adquirido aún ni un solo cargamento de la nueva cosecha. Se trata de una situación inédita desde 1999. En esa misma fecha del año pasado, las compras chinas ascendían a 6,5 millones de toneladas métricas (MMT).
China es el mayor comprador mundial de soja, un producto esencial para la elaboración de piensos destinados a su enorme cabaña porcina —que representa casi el 60 % del hato mundial de cerdas— y para satisfacer la creciente demanda interna de proteínas. Durante décadas, la industria sojera estadounidense ha dependido del acceso a este mercado estratégico.
Nuevos acuerdos comerciales con el Sudeste Asiático
Además del acuerdo con China, Estados Unidos ha firmado nuevos compromisos comerciales con varios países del Sudeste Asiático. El domingo pasado, Washington suscribió dos acuerdos con Malasia y Camboya, y presentó un marco para el comercio recíproco con Vietnam y Tailandia.
Según la Casa Blanca, estos acuerdos incluyen disposiciones favorables para las exportaciones agrícolas, entre ellas:
- La eliminación o reducción de barreras arancelarias a los productos agrícolas estadounidenses en los cuatro países.
- Un compromiso de Tailandia para adquirir harina de soja estadounidense, junto con otros productos alimentarios, por un valor anual de 2.600 millones de dólares.
- La reducción de barreras no arancelarias mediante el establecimiento de normas más flexibles en materia de biotecnología, sanidad y fitosanidad (MSF), así como otras regulaciones que afectan al comercio agrícola.
Estos avances suponen un impulso significativo para el sector sojero estadounidense, que confía en que el restablecimiento del flujo comercial con China y la apertura de nuevos mercados en Asia consoliden su posición en el comercio internacional de oleaginosas.





Y luis planas en ucrania también y más que el año pasado y no es noticia