Agrodigital

la web del campo

  • Agricultura
    • Cultivos herbáceos
    • Frutas y hortalizas
    • Vino
    • Olivar
    • Remolacha y azúcar
    • Patata
    • Arroz
    • Algodón
    • Tabaco
    • Sanidad vegetal
    • Insumos agrícolas
  • Ganadería
    • Porcino
    • Leche
    • Vacuno
    • Ovino y caprino
    • Avicultura
    • Apicultura
    • Cunicultura
    • Acuicultura
    • Ganadería
    • Alimentación animal
  • Política agraria
    • PAC
    • Política agraria España
    • Política agraria países terceros
    • OMC – Acuerdos preferenciales
    • Seguros agrarios
  • Desarrollo rural
    • Desarrollo rural
    • Regadíos
    • Mujer rural
  • Medio ambiente
    • Medio Ambiente
    • Forestal
    • Energías renovables
    • Agua y sequía
  • Alimentación
    • Alimentación
    • Producción ecológica
    • Biotecnología e I+D+i
  • CC.AA.
    • Castilla y León
  • Legislación
  • Varios
    • Artículos
    • Buscador
    • Anuncios clasificados
    • Contacto
    • Newsletter
Está aquí: Home / Ganadería / Ganadería / El inquietante salto del lobo del risco al telediario

           

El inquietante salto del lobo del risco al telediario

Por José Carlos Blanco. Jefe de Prensa de COAG

12/09/2025

En medio de la hiperpolarización que sufre nuestro país, el lobo surge como foco perfecto para centrar la lucha por el relato entre los partidos políticos.  Nada menos que cinco brechas excava el lobo para dividir nuestra sociedad. Lo malo es que, la gane quien la gane, la guerra del relato la perderemos los de siempre: la gente de los pueblos

El lobo en el LESPRE duró lo que duran dos peces de hielo en un güisqui on the  rock: o sea, lo que el partido socialista tardó en perder su capital político. El lobo entró en “protección” con el voto de las autonomías que habían visto al cánido solo en los documentales de Rodríguez de la Fuente; esto es, que tenían con el lobo el mismo problema que con el cocodrilo de Madagascar:  ninguno. Pero la mayoría era (ya no lo es) socialista y disciplina obliga. 

Y tres años más tarde, el lobo perdió su amparo tras el funambulismo parlamentario del Partido Popular , que dentro de  la ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario coló como desperdicio a los cadáveres de las reses devoradas por el lobo.  Pero los populares no se lanzaron al vacío sin red, porque cinco de los partidos que forman el bloque progresista del Gobierno se abstuvieron o votaron con los conservadores. Un exangüe PSOE derramaba furtivas lágrimas viendo al lobo huir de la madriguera de Ferraz en dirección a la calle Génova de Madrid.

La breve vida del depredador al abrigo del decreto ha sido muy reveladora, porque ha mostrado con una claridad cegadora el enorme interés de los partidos mayoritarios de llevarse el lobo a su madriguera. Podría decirse que a los socialistas y a los conservadores les iba la vida en salvar al pobre animal de las garras de la extinción. No lo parece.

Ambas formaciones tienen concretos caladeros loberos en su electorado.  Los de izquierda han de alimentar las ansias de grupos ecologistas, animalistas, lobistas, hasta veganos que cuentan con un peso importante en las formaciones de extrema izquierda que hoy quitan y ponen gobiernos. Y los conservadores han de atender las exigencias de los ganaderos más conservadores, de los cazadores, de una burguesía rural, etcétera.

Pero hay otra cuestión más honda y es la batalla del relato. En tanto que España lidera hoy los rankings de polarización a escala planetaria, el lobo es un preciado botín para colgar en la sala de trofeos. Es el rey del relato, una máquina de producción de significado, un  “motor simbólico”, lo llaman los ecologistas. Ha levantado tanta ebullición en nuestro país que comienza a ser un tótem en la agenda de los speen doctors que rodean a los políticos. El lobo significa tantas cosas que ganar su relato es tener mucho ganado de cara a las contiendas electorales. Pero ya se sabe: ganar el relato es crear una realidad relativa, o sea, una realidad alternativa a la realidad real. Donald Trump, actual presidente de los EE UU, ganó las elecciones norteamericanas porque antes ganó el relato.

BRECHAS

El lobo ha excavado a pico y pala nada menos que cinco brechas que dividen a la sociedad española. El LESPRE, y todo lo que éste significa, sería la Línea Maginot entre una y otra orilla. Una brecha geográfica: urbanitas, a favor, rurales, en contra; una brecha ideológica: izquierda, a favor, derecha en contra; una brecha económica: los ganaderos ricos pueden sostener los ataques (mayor protección de las granjas, menos necesidad de ayudas), los pobres no; una brecha alimentaria: veganos, a favor, omnívoros, en contra. Y por último, una brecha sociocultural:  modernos con formación, a favor, tradicionales, en contra. 

Sólo son latentes perspectivas de tendencias, pero son el embrión de un monstruo que comienza a crecer y que terminará ensanchando la distancia entre quienes quiera que sean los de arriba, y los de abajo, que somos los de siempre.

Y hay otra brecha: la mediática.

En la carrera del relato, de cara a perforar en las brechas, han corrido más que nadie los medios animalistas: llaman sensacionalistas a nuestros medios locales que informan sobre los ataques del lobo; reducen los asaltos a las granjas a un problema económico; (esto me subleva: cómo defensores del lobo a quienes se supone sensibilidad pueden obviar el mazazo psicológico que  sufre un ganadero al ver devorado su ganado); dicen que la desprotección del lobo es un ataque contra la modernidad; o sea, quienes buscamos una desprotección regulada somos fósiles de Atapuerca; atacan a la derecha, la llaman tradicionalista, pero también a la izquierda con tal de que sea no animalista:  a Adrián Barbón, presidente socialista de Asturias, lo llama antivacunas.  Y el broche: dicen que algunos partidos utilizan tóxicamente “la incultura y la marginación del medio rural”.

No caigo en la auto congratulatoria si afirmo que las organizaciones agrarias somos de los pocos estamentos a favor de una protección,  paralela a una racional gestión de las andanzas del lobo en el bosque. 

Y por fin, la brecha más bella: la del lobo blanco y el lobo negro. Un abuelo cherokee contaba a su nieto que todos los seres humanos tenemos dentro de nosotros, luchando por salir, un lobo blanco y un lobo negro. El lobo blanco defiende la bondad, el amor y la alegría. El negro se vincula con la ira, la avaricia y la soberbia. El nieto pregunta al abuelo qué lobo ganará en esa pugna. El abuelo responde al nieto:  “ganará aquel lobo al que tú alimentes”.

Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.

Escriba un comentario: Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Es actualidad

  • La Junta de Andalucía subvencionará al 100% las vacunas frente a la lengua azul en 2025 12/09/2025
  • El comité de la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria recomienda incrementar la vacunación contra la lengua azul 11/09/2025
  • El término «hamburguesa vegetal» puede tener los día contados 11/09/2025
  • El comité RASVE recomienda reforzar la bioseguridad contra la influenza aviar 11/09/2025
  • País Vasco dará ayudas para collares de geolocalización y cercado digital del ganado  11/09/2025
  • De residuo a recurso: la oportunidad que no puede perder la ganadería española 11/09/2025
  • El Vaticano incorpora caballos de Pura Raza Española al Borgo Laudato Si’ 11/09/2025
  • ASAJA Sevilla rechaza la vacunación obligatoria contra lengua azul 10/09/2025

Política de Privacidad | Términos legales

Copyright © 2018 Agrodigital, S.L. · Todos los derechos reservados

Utilizamos cookies propias y de terceros para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestro sitio web y obtener analítica web. Si continúa utilizando este sitio asumiremos que está de acuerdo.Estoy de acuerdo