El Consejo de Colegios Profesionales de Veterinarios de Castilla-La Mancha ha mostrado su rechazo a la intención del Gobierno autonómico de regular la autorización de entidades formadoras para impartir cursos dirigidos a la habilitación de la figura del ‘cazador formado’, que asumiría funciones relacionadas con la sanidad e higiene de la caza. A juicio del colectivo veterinario, esta medida supondría una dejación de funciones con graves consecuencias para la salud medioambiental, la sanidad animal y la salud pública.
Según defienden los veterinarios, la correcta inspección y control sanitario de las piezas de caza requiere una formación especializada, como la que se adquiere en los estudios universitarios de Veterinaria a lo largo de cinco años. Esta preparación capacita oficialmente para detectar y controlar enfermedades como la tuberculosis, la triquinelosis o la peste porcina africana, entre otras, que pueden tener impacto tanto en la fauna salvaje como en los animales domésticos.
En contraste, los cursos que se plantean para la figura del ‘cazador formado’ contarían con una duración máxima de 24 horas, algo que consideran claramente insuficiente para garantizar la sanidad de las piezas abatidas y del entorno natural. Además, alertan de que esta figura podría suponer un caso de intrusismo profesional y competencia desleal hacia los veterinarios especialistas en actividades cinegéticas.
Desde el Consejo de Colegios también advierten de que la aplicación de esta figura en otras comunidades autónomas ha demostrado ser ineficaz en el ámbito sanitario. Uno de los problemas detectados es que los ‘cazadores formados’ no están obligados a notificar la aparición de Enfermedades de Declaración Obligatoria (EDO), lo que debilita el sistema de vigilancia. Asimismo, alertan de posibles fraudes en la declaración del número de piezas abatidas con el fin de evitar la presencia de un veterinario inspector.
A estos riesgos se suma la posible reactivación del cazador furtivo, que vería facilitada la circulación de canales sin inspección y con ello la pérdida de trazabilidad de las carnes, lo que representa un serio peligro para la salud pública.
El colectivo veterinario insiste en que la coyuntura actual, marcada por el cambio climático y la aparición de enfermedades emergentes, requiere de la máxima cautela en materia sanitaria. Por eso consideran imprescindible que cualquier regulación sobre sanidad animal cuente con la participación directa de los profesionales veterinarios.
Desde la publicación del Decreto 65/2008, de 6 de mayo, sobre la inspección sanitaria de piezas de caza silvestre destinadas a la comercialización, el Consejo viene reclamando que se garantice la independencia técnica del veterinario y su papel central en la trazabilidad de la carne de caza.
Por todo ello, solicitan a la Junta de Castilla-La Mancha la retirada de la figura del ‘cazador formado’ como garante de la sanidad e higiene en el ámbito cinegético.
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.