ASAJA Castilla-La Mancha ha criticado con firmeza la falta de claridad en torno a la modificación de las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura. La organización considera que se está tratando de confundir a la opinión pública mezclando la normativa aprobada en 2023 con la planificación hidrológica futura del cuarto ciclo (2028-2033), cuyos documentos aún están en fase de consulta pública.
Desde ASAJA recuerdan que el Real Decreto 35/2023 ya recogía un nuevo Plan Hidrológico para la cuenca del Tajo y establecía un marco normativo que debería haberse implementado hace un año. En este contexto, se insiste en que no se deben utilizar argumentos ambiguos para mantener intereses políticos o económicos que perjudican gravemente a los agricultores.
Las actuales reglas del trasvase, según denuncia ASAJA, se basan en unas previsiones hídricas obsoletas. La organización subraya que, en la práctica, es raro que los embalses del Tajo superen el 40% de su capacidad, y cuando lo hacen, descienden rápidamente, con medias que suelen estar por debajo del 30%. Esta situación ha llevado en ocasiones a niveles cercanos a los mínimos técnicos de explotación.
ASAJA insiste en que el impacto ambiental, social y económico sufrido por la cuenca del Tajo y sus municipios ribereños no se habría producido si se hubieran trasvasado únicamente los excedentes, tal como exige la legislación. Recuerdan, además, que la cuenca cedente tiene prioridad y debe atender todas sus necesidades, incluidas las agrícolas e industriales, así como los abastecimientos a través de infraestructuras como la Tubería Manchega, que da servicio a más de 300.000 personas.
La organización considera incomprensible que se estén realizando trasvases mientras algunos municipios de la cabecera, como los de Entrepeñas y Buendía, requieren camiones cisterna para abastecerse. Según ASAJA, esto contradice el principio de equidad hídrica y supone un menosprecio a la legalidad vigente.
También se ha denunciado la confrontación entre territorios, que según ASAJA solo sirve para alimentar el conflicto. En este sentido, se ha hecho un llamamiento al consenso y a evitar que quienes buscan el enfrentamiento marquen el rumbo del debate sobre el agua. La organización recuerda que Castilla-La Mancha depende del Tajo, mientras que el Levante cuenta con otras infraestructuras, como las desaladoras, construidas con fondos públicos.
ASAJA ha destacado, además, que la superficie de regadío en Castilla-La Mancha es muy reducida en comparación con la media nacional. Aun así, los proyectos de ampliación se han paralizado por falta de recursos hídricos. Por ello, ha pedido que se ponga fin a la utilización política del agua y que se trabaje para resolver de forma justa y equilibrada un problema que afecta de forma directa a la viabilidad del sector agrario regional.
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.