Un estudio ha detectado concentraciones de polen de olivo en Sierra Nevada superiores incluso a las registradas en la ciudad de Granada, a pesar de que no existen olivares en la alta montaña. El trabajo también identifica polen procedente de otras especies propias del entorno, como pinares, encinares, sabinares-enebrales y pastizales, lo que revela una rica diversidad polínica en la atmósfera de la zona.
Los datos muestran que tanto en la ciudad de Granada como en Sierra Nevada se han superado en distintas ocasiones los 1.000 granos de polen de olivo por metro cúbico de aire al día. Sin embargo, hay días en los que estos episodios extremos solo se detectan en Sierra Nevada, lo que indica un patrón de transporte del polen a zonas altas en condiciones específicas.
El análisis del patrón intradiurno indica que cuando el polen tiene su origen en una fuente cercana al punto de muestreo, los máximos de concentración se registran alrededor del mediodía, coincidiendo con las condiciones meteorológicas más favorables: temperaturas elevadas y baja humedad relativa. En cambio, cuando la fuente está más alejada, los picos se desplazan hacia la tarde, como consecuencia de los vientos anabáticos valle-montaña que impulsan el polen desde el entorno urbano hasta las cumbres, sin que se produzca el movimiento inverso.
Un análisis de las trayectorias de masas de aire sugiere que estos episodios se deben a emisiones tardías de polen de olivares situados cerca de la ciudad, cuyos periodos de floración más prolongados favorecen su transporte hacia Sierra Nevada a través de corrientes ascendentes.
Esta situación puede afectar a las personas alérgicas al polen de olivo que acuden a la Sierra en busca de alivio, bajo la creencia de que el aire de alta montaña está más limpio de partículas alergénicas.
Para llevar a cabo esta investigación se emplearon dispositivos de muestreo aerobiológico tipo Hirst, capaces de aspirar 10 litros de aire por minuto y recoger el material particulado para su posterior análisis mediante microscopía óptica. Se utilizaron datos de dos puntos de muestreo: uno en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada y otro en el Albergue Universitario de la Hoya de la Mora, a 2.500 metros de altitud.
Los resultados muestran que, pese a la cercanía geográfica entre Granada y Sierra Nevada, sus condiciones ecológicas son diferentes, lo que influye en la variedad de polen detectado. En la ciudad destacan especies como cipreses y plátanos de sombra, junto a una alta presencia de polen de olivo derivado de los olivares próximos, que alcanza más del 30% de representación en el aire urbano.
El estudio ha sido realizado por el Grupo de Física de la Atmósfera del Instituto Interuniversitario del Sistema Tierra (IISTA-CEAMA), con participación del Departamento de Física Aplicada y del Departamento de Botánica de la Universidad de Granada.
Referencia:
Cariñanos, P., Ruiz-Peñuela, S., Casans, A., Cazorla, A., Rejano, F., Guerrero-Rascado, J.L., Olmo, F.J., Alados-Arboledas, L., Titos, G. (2025). Assessment of potential sources of airborne pollen in a high-mountain Mediterranean natural environment. Atmospheric Environment, 340, 120917. https://doi.org/10.1016/j.atmosenv.2024.120917
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