Finalmente, la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha cumplido. El sábado 1 de febrero firmó una orden ejecutiva para imponer aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá, y del 10% a las de China. Los recursos energéticos de Canadá tendrán un arancel más bajo del 10%.
La medida, que entrará en vigor mañana 4 de febrero, se justifica para que dichos países cumplan sus promesas de detener la inmigración ilegal y evitar que el fentanilo venenoso y otras drogas ingresen en EEUU, según declaró el mandatario.
Trump ha calificado de «privilegio», el acceso al mercado estadounidense por ser una de las economías más abiertas del mundo y los aranceles promedio más bajos del mundo. Según los datos de la Casa Blanca, el comercio representa el 67% del PIB de Canadá, el 73% del PIB de México y el 37% del PIB de China, pero solo el 24% del PIB de Estados Unidos. Sin embargo, en 2023 el déficit comercial de bienes de Estados Unidos fue el más grande del mundo, con más de un billón de dólares.
Sin embargo, esta decisión ha generado gran preocupación en el sector agroalimentario, ya que podría encarecer insumos esenciales como los fertilizantes y afectar el comercio internacional de productos agrícolas y ganaderos.
Fertilizantes y cereales: un encarecimiento en cadena
Uno de los sectores más golpeados por esta medida será el de los fertilizantes, un insumo clave para la producción agrícola. Estados Unidos depende en gran medida de las importaciones de potasa, con más del 90% de su suministro procedente de Canadá. Con los nuevos aranceles, algunos fabricantes ya han anticipado incrementos en los precios de hasta 25 dólares por tonelada, lo que encarecerá la producción de cultivos esenciales como el maíz, la soja y el trigo.
El impacto de estos aranceles no se limitará a Norteamérica. Un encarecimiento de los fertilizantes repercutirá en los costes de producción agrícola a nivel global, afectando también a los productores europeos. Además, no hay que olvidar que, por su parte, la Comisión Europea ha propuesto el aumento de los derechos de aduana sobre los fertilizantes rusos y bielorrusos.
Asimismo, EEUU tiene una gran dependencia energética de estos dos países. En 2023, más del 70% de todas las importaciones de petróleo de EEUU procedían de Canadá y México.
Productos frescos y carne en riesgo de encarecimiento
México y Canadá son proveedores clave de productos frescos para el mercado estadounidense. México, por ejemplo, abastece más del 90% de los aguacates que se consumen en EE.UU., además de tomates, pimientos, fresas y frutos secos. Los nuevos aranceles encarecerán estos productos, afectando a los consumidores y generando incertidumbre en la distribución.
El sector cárnico también podría verse afectado. México y Canadá son importantes mercados para la carne estadounidense y, a su vez, proveedores de productos cárnicos a EE.UU. Un encarecimiento en este comercio podría tener un impacto indirecto en los precios globales de la carne y afectar la demanda de exportaciones europeas.
México y Canadá responden: posibles represalias comerciales
Ante la imposición de aranceles, tanto México como Canadá han anunciado que podrían aplicar medidas de represalia. La presidenta mexicana ha dicho que van a aplicar medidas arancelarias y no arancelarias en defensa de los intereses de México. Canadá, por su parte, ha elaborado una lista de productos estadounidenses que podrían verse gravados.
Si estas represalias se confirman, podrían afectar a los flujos comerciales globales y generar una nueva guerra comercial que perjudique a los mercados agroalimentarios en diversas regiones.
Consecuencias para los agricultores y ganaderos europeos
El impacto de los nuevos aranceles de EE.UU. podría extenderse a Europa, especialmente en sectores como los fertilizantes, los cereales y la ganadería. España depende en gran medida de la importación de fertilizantes, y cualquier encarecimiento a nivel global podría afectar los costes de producción agrícola. Según datos de la Comisión Europea, en 2023 España importó más del 70% de los fertilizantes que consume, con Canadá y Rusia como principales proveedores de potasa. La imposición de un arancel a las importaciones canadienses por parte de EE.UU. podría alterar el mercado internacional, impactando los precios de este insumo clave.
En el sector cerealista, un encarecimiento de los fertilizantes potásicos también afectaría la rentabilidad de cultivos como trigo, maíz y cebada. Un aumento en los costes de producción podría trasladarse a los piensos, elevando los costes para los ganaderos y afectando la competitividad del sector cárnico.
Por otro lado, México y Canadá han anunciado que podrían responder con aranceles a productos estadounidenses como carne de cerdo, productos lácteos y frutas. Esto podría abrir una oportunidad para las exportaciones agroalimentarias europeas, si estos países buscan diversificar sus compras. En 2023, México importó más de 400.000 toneladas de carne de cerdo, de las cuales el 80% provenía de EE.UU., según datos del USDA. Si las exportaciones estadounidenses se reducen por las tensiones comerciales, países como España podrían ganar cuota de mercado.
Sin embargo, también existe el riesgo de que EE.UU. reoriente sus excedentes de carne y cereales a Europa si su acceso a México y Canadá se ve restringido, presionando los precios a la baja en la UE. Según el USDA, en 2023 EE.UU. exportó más de 2,4 millones de toneladas de carne de cerdo y 28 millones de toneladas de maíz. Si parte de estos volúmenes buscan destino en Europa debido a las barreras comerciales en Norteamérica, podrían generar un exceso de oferta que afecte a los productores europeos.
si ponen aranceles a la potasa canadiense quizas sea más barata luego en Europa
Totalmente de acuerdo