Un vuelo de pasajeros, operado por la compañía holandesa KLM, que salió de Ámsterdam con destino a Ciudad de México, tuvo que desviarse de su camino y hacer una escala inesperada en las Bermudas. El motivo fue bastante inusual. En la cabina se extendió un fuerte olor a cerdo, procedente de la bodega de carga del avión, donde viajaban 100 cerdos.

El capitán del Boeing 787 tomó la precaución de hacer escala en las Bermudas, un territorio británico de ultramar en el Océano Atlántico Norte. Los 259 pasajeros del vuelo se alojaron en hoteles de la isla del océano Atlántico. Un día después volaron a su destino en el mismo avión.

Los 100 lechones fueron descargados y tuvieron que esperar un poco más. Tras el examen de un veterinario, los cerdos fueron recogidos dos días después por un Boeing 777 que los llevó a su destino final.

El aeropuerto de Bermudas ha publicado imágenes del transporte de lechones, que se pueden ver aquí.