Las últimas muestras de remolacha tomadas en Francia por la Confederación francesa de remolacheros (CGB) revelan una riqueza media de azúcar un 8% menor que la media del quinquenio 2015-2019. Esta situación contrasta con la presencia de un grupo de hojas mucho más grande de lo normal.

Las temperaturas y las lluvias han sido favorables para la remolacha, en su mayoría, pero la situación actual es consecuencia de la falta significativa de sol, que no ha permitido, hasta ahora, un desarrollo óptimo de las raíces y de la concentración de azúcar. Según la CGB, la falta de sol rondaba el 36% en julio y el 34% en agosto, es decir, ¡un déficit de 10 días de sol!

Además, otro de los problemas que ha tenido la remolacha francesa a lo largo de la campaña es la presencia de la cercospora en gran parte del territorio, los daños provocados por las heladas, algunos casos de amarillez en el sur y otros problemas sanitarios.

La CGB considera que el inicio de la campaña tiene que retrasarse todo lo posible, para permitir que el cultivo pueda expresar todo su potencial agronómica y pueda seguir engrosando la raíz y aumentando la concentración de azúcar.