La cosecha del 2017 en Castilla y Léón fue nefasta por la sequía. Los apicultores sabían de las consecuencias nutricionales de sus abejas, por la falta de polen. Ahora hay que sumar la cosecha de 2018 que será en Castilla y León de un 30% de un año medio. El exceso de lluvias en primavera produjo un desastre en el arranque apícola de este año. Estas condiciones climáticas adversas han sido las más deficitarias conocidas nunca por los apicultores castellano-leoneses. Se esperan los peores rendimientos de las dos últimas décadas

UCCL exige a la Consejería que active Ayudas directas para estos profesionales para así poder salvar el sector apícola, que es un sector muy dinámico y gran inversor en los últimos años. Así mismo UCCL reclama medidas de control para frenar el confirmado avance de la Vespa velutina en Castilla y León.

Más de 500 apicultores profesionales de Castilla y León sufren ya estas consecuencias económicas y sus 420.000 colmenas de España un 17%