La administración Bush ha anunciado que propondrá al Congreso norteamericano la renovación del mandato negociador conocido como Trade Promotion Authority (TPA), que finaliza el próximo 30 de junio. Esta renovación se considera imprescindible para poder concluir un acuerdo dentro de las negociaciones de la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio.

El TPA, antes conocido como «Fast Track» es un poder que las cámaras parlamentarias otorgan al Gobierno para que negocie acuerdos comerciales internacionales, de forma que una vez concluidos estos, el Congreso y el Senado de EEUU no pueden cuestionarlos punto por punto, sino simplemente aprobarlos o rechazarlos en su totalidad en un breve plazo.

La renovación del TPA se considera clave para alcanzar un posible acuerdo de la OMC y en principio no parece que esta renovación debiera presentar mayores problemas para la Administración Bush, a pesar de que el Congreso está dominado por los demócratas, ya que estos son en general favorables a que se llegue un acuerdo en la OMC.