Los precios de la leche en EEUU mantienen una situación a la baja y de gran inestabilidad desde hace muchos meses. Los ganaderos culpan a las importaciones de proteína de la situación de precios. El precio medio de la leche en mayo de este año fue de 21,87 €/100 kg (36,4 ptas/kg), cantidad 2,8 ptas/kg más baja que la pagada en mayo de 2002.
 
Sin embargo, un reciente estudio realizado por el Prof. Bailey, de la Universidad de Pennsylvania, proporciona una versión distinta. En su opinión, no ha sido el incremento de las importaciones, sino el aumento de la producción lo que tan adversamente ha afectado a los precios percibidos por los ganaderos
 
El estudio pone de manifiesto que ciertamente se ha producido un importante incremento en las importaciones de proteína. Entre 1997 y 2002, la importación de concentrados de proteína, caseína, caseinatos y proteinas de suero ha crecido un 30%. Todavía resulta más significativo que dichas importaciones supongan entre un 6,5-8% del total de consumo de proteína doméstica, cifra mucho más alta que la prevista en los acuerdos de la OMC. Asimismo, es más alta que la de las importaciones de otros ingredientes lácteos. Las de grasa láctea asciende a un 2,6-4,8% del uso doméstico y las de otros sólidos lácteos a  1-2%.
 
Sin embargo, el estudio considera que el incremento de la producción, que ha excedido el uso doméstico, es la causa de la volatilidad de precios. La oferta de leche creció una media de 1,5% entre 1997-2002, mientras que el uso doméstico de la proteína solo lo hizo en un 0,9% y el de otros sólidos lácteos en un 0,5%. Por el contrario, la demanda de grasa láctea aumentó en un 1,6% bien por encima de la demanda de proteína. El estancamiento de la demanda de proteína se debe a que si bien se ha incrementado el consumo de queso, este aumento ha sido contrarrestado por un descenso en los productos lácteos fluidos.