El virus del broceado del tomate (TSWV) causa importantes pérdidas económicas en el cultivo de tomate y de otras especies hortícolas en todo el mundo, especialmente en invernaderos. Se trasmite por los trips, diminutos insectos del género Frankliniella que chupan las plantas.

El único método de control hasta ahora es el uso de variedades genéticamente tolerantes a la enfermedad y el atacar a los trips mediante pesticidas

Investigadores del Quincy Center de Florida (EEUU) han desarrollado un nuevo método de lucha basado en el uso de un acolchado plástico que refleja los rayos ultravioleta repeliendo los trips. El coste adicional de este plástico es de unos 500 €/Ha, pero se obtienen 1.500 cajas más de tomate por hectárea lo que compensa la inversión.