El Comité de Tomate de FEPEX, reunido hoy en Madrid, que agrupa a los representantes de las principales Comunidades Autónomas productoras: Andalucía, Valencia, Murcia y Canarias, aceptaría el acuerdo UE-Marruecos, en los términos en que se esta negociando, siempre que se establezca un contingente de tomate cerrado y que las exportaciones marroquíes cumplan con la normativa comunitaria en materia laboral, de calidad y de respeto medioambiental, que se exige a las producciones españolas.

Según FEPEX, existen dos condiciones básicas que deben respetarse en las negociaciones UE-Marruecos para evitar que el sector español sea, de nuevo, el único perjudicado por este acuerdo. La primera sería la fijación de un contingente cerrado de exportación de tomate de Marruecos (puesto que en la propuesta actual ya esta prevista la ampliación sistemática anual de las cantidades a exportar), que no pueda ser sobrepasado por ninguno de los mecanismos comunitarios vigentes. De lo contrario se produciría la libre exportación de tomate marroquí a la UE y la casi segura desaparición del sector español.
Y la segunda premisa es que el Reino de Marruecos exija a sus productores el cumplimiento de los mismos requisitos que se exigen a los productores españoles: normativa en materia laboral, fitosanitaria y medioambiental, básicamente. Los productores españoles pretenden evitar que las exportaciones marroquíes se hagan aprovechando la explotación de las condiciones laborales de los trabajadores.

Los representantes de FEPEX han reiterado su rechazo a ser moneda de cambio y a ser los únicos sustentadores de la política comercial de la UE con países terceros, mediante la cual se sigue beneficiando a las producciones continentales en detrimento de las mediterráneas. Según la última propuesta conocida, la UE aceptaría un contingente base de exportación de tomate marroquí de 175.000 toneladas, más un contingente adicional que se incrementaría cada año y alcanzaría las 220.000 toneladas en el año 2006. A cambio la UE podría exportar más de un millón de toneladas de cereales con un arancel reducido.

El Acuerdo de Asociación de la UE con Marruecos, firmado en 1996, contempla una serie de ventajas para facilitar el acceso de los productos agrícolas del país magrebí a la UE. La mayoría de estas ventajas se establecieron en frutas y hortalizas, sector en el que Marruecos es competidor directo de España, por calendarios y tipo de producción. Para algunos productos, como tomate, se establecieron contingentes de exportación, que Marruecos no ha respetado en campañas pasadas. La revisión del protocolo agrícola del Acuerdo de 1996, que debía haberse iniciado y finalizado en el año 2000, sigue sin firmarse, aunque según la Comisión ya se han cerrado los aspectos más conflictivos, entre ellos el tomate.

Madrid, 16 de octubre de 2003