Pilgrim´s Pride, que es el segundo productor de pollos en EEUU tras Tyson Foods, ha decidido despedir a once de sus trabajadores, como resultado de una investigación llevada a cabo por malos tratos a los animales. Los despedidos son a un superintendente, un supervisor, un capataz y ocho obreros. El motivo de que se iniciara esta investigación fue debido a que la organización defensora de los animales PETA hizo público un vídeo donde se veían imágenes de extrema crueldad hacia los pollos.

Las imágenes en cuestión se grabaron por un investigador que PETA introdujo en el matadero que Pilgrim´s Pride tiene en Moorefield (West Virginia, EEUU). En dichas imágenes pueden verse, según PETA, como los trabajadores patean a los pollos, los lanzan contra el suelo y las paredes, les retuercen el cuello, les arrancan el pico, les sponen spray de pintura en la cara, les echan tabaco en los ojos o les atan las patas juntas para que se caigan, para poder reírse de ellos.

PETA ha indicado que el motivo de haber iniciado esta investigación fue porque Pilgrim´s Pride es un suministrador de la cadena de comida rápida KFC (Kentucky Fried Chicken). KFC siempre se ha vanagloriado de que sus abastecedores de carne cumplían estrictas políticas de bienestar animal.