El Gobierno Alemán ha decidido la pasada semana el fin de la exención fiscal del biodiesel, que a partir de ahora será de 10 céntimos por litro para el biodiesel y de 15 céntimos para los carburantes a base de mezclas de biodiesel o de aceite vegetal puro. Los biocarburantes puros que se usen en la agricultura y silvicultura mantendrán la exoneración total. Hasta ahora el biodiesel estaba exento del impuesto de hidrocarburos, aunque no del IVA.

Para compensar esta medida, se impondrá una incorporación obligatoria de un porcentaje de biocarburantes en los combustibles fósiles por parte de las empresas de hidrocarburos.

Las asociaciones de fabricantes de biocarburantes, así como las de agricultores se oponen a estos impuestos que consideran demasiado elevados, estimando que el cambiar la actual exención fiscal por la incorporación obligatoria puede favorecer las importaciones de biocarburantes, frente a la producción propia.

Alemania es el primer productor de biodiesel de la UE, con más de un millón de tn, más de la mitad de la producción de toda la UE.