Las aves migratorias han tenido y se cree que continuarán teniendo un papel importante a la hora de transportar el virus de la influenza aviar a través de largas distancias, pero la propagación del virus se debe principalmente a la industria y el comercio de productos avícolas, tanto legal como clandestino. Esta es la opinión mayoritaria de los más de 300 expertos de un centenar de países reunidos en una conferencia científica internacional organizada por la FAO y la Organización Mundial de Sanidad Animal.

Las aves silvestres han tenido un papel muy importante en la introducción del virus H5N1 en zonas situadas a gran distancia geográfica de los focos conocidos de la enfermedad en el ganado avícola, no obstante, no está claro si las aves silvestres pueden ser consideradas o no como reservorios, es decir, animales que alojan el virus en forma permanente.

Los expertos consideraron que el control de la influenza aviar necesita estar basado en la mejora de la bioseguridad y la higiene al nivel de la producción y en todos los sectores de la industria avícola. Además, habría que limitar al mínimo el contacto entre las aves domésticas y las silvestres y establecer un sistema de control y seguimiento de las aves silvestres a nivel mundial. La sugerencia de tratar de detener la influenza aviar a través del sacrificio de las aves silvestres fue rechaza de forma contundente.