La regulación comunitaria establece que a partir de 2010, los huevos procedentes de explotaciones que estén infectadas con Salmonella no podrán comercializarse como huevos de mesa. Dichos huevos tendrán que sufrir un proceso de esterilización si se utilizan para la fabricación de ovoproductos.

Actualmente, la Comisión Europea y los Estados miembros están considerando la posibilidad de adelantar la fecha para la entrada en vigor de la prohibición de comercializar huevos de explotaciones contaminadas. Según la Comisión, esta opción cuenta con el apoyo de los países, dado que cualquier escándalo alimentario perjudicaría seriamente al sector.

En este mes de septiembre, la Comisión analizará posibles opciones con los expertos nacionales en seguridad de los alimentos, con el fin de alcanzar un acuerdo, tan pronto como sea posible.