Un reciente estudio epidemiológico corrobora la amplia evidencia existente entre el consumo de cereales integrales y la disminución del riesgo de enfermedad cardiovascular, recomendando los autores que los políticos fomenten de forma activa el consumo de cereales integrales.

El meta-análisis de 7 estudios previos, que en total cubren 149.000 personas, muestra que un consumo de al menos 2,5 gramos de cereales integrales diarops supone una disminución del riesgo de enfermedad cardiovascular en un 21%, respecto a un consumo de solo 0,2 g/día.

A la luz de estos consistentes datos, y dado el bajo consumo de cereales integrales en general, los investigadores recomiendan que médicos, políticos y científicos redoblen sus esfuerzos para tratar de aumentar el consumo de cereales integrales como medio para mejorar la salud pública.

Los autores recuerdan que las harinas refinadas eliminan un gran número de componentes saludables, incluyendo fibras, vitaminas, minerales, fitoesteroles y otros componentes de los cereales enteros.