La Comisión Europea ha presentado su propuesta de Reforma del régimen de ayudas del algodón, que apenas cambia la situación actual creada a raíz de la última reforma que se puso en marcha en 2006. Esa nueva propuesta está motivada por una sentencia del Tribunal Europeo de Justicia, y no va más allá de subsanar algunos aspectos jurídicos y formales, introduciendo cambios mínimos, como la obligación de cosechar el algodón para cobrar la ayuda acoplada a la superficie sembrada.

Hasta ahora solo era necesario llevar el cultivo al estado de cápsula por lo que en algunos casos el algodón ni siquiera se recogía. No obstante, no se establecen rendimientos mínimos ni se especifica la obligación de entregar a las desmotadoras.
El actual régimen de ayudas al algodón se negoció en el Consejo de la UE dentro del paquete denominado de reforma de los “cultivos mediterráneos” que incluía además las OCM del aceite de oliva, tabaco y lúpulo y que fue calificada en su momento como un desastre por parte del sector algodonero español, que podría llevar su desaparición.

La reforma consistió básicamente en la eliminación de las ayudas por kilo desmotado tipo “deficiency payments”, variables en función del mercado mundial, y su sustitución por una ayuda a hectárea sembrada, desacoplada de la producción real, y otra ayuda totalmente desacoplada integrada en el Pago Único. Además España, con carácter suplementario, estableció una ayuda medioambiental para el cultivo acogido a la producción integrada y un pago adicional a las entregas de algodón comercial por aplicación del artículo 69.

En septiembre de 2006, y a raíz de una denuncia presentada por España, el Tribunal de Justicia de la UE anuló mediante una sentencia el nuevo régimen de ayudas del algodón por violar el principio de proporcionalidad, así como por la ausencia de un estudio económico de las consecuencias económicas de esta reforma. A pesar de esta anulación el nuevo régimen se mantuvo “de facto” en tanto no estuviera aprobado otro.

El hecho de que la mayor parte de las mismas no estén vinculadas a la producción y los bajos precios de mercado del algodón han llevado a que se desincentive fuertemente la producción. En sus dos años de aplicación, la superficie de algodón en España ha descendido de 86.000 en 2005 a 63.000 ha en 2007 (-27%), mientras que la producción ha pasado de 344.000 a 116.000 tn en esos mismos, años (-66%). El rendimiento ha pasado de 3,9 tn/ha a 1,8 tn/ha (-55%), lo que es altamente significativo sobre las consecuencias de esta reforma.