En los últimos días se han llevado a cabo negociaciones sobre el acuerdo comercial entre la UE y Marruecos en las que podrían haberse planteado nuevas concesiones que afectarían al sector hortofrutícola, lo que ha causado una particular inquietud en los productores de tomate por un posible aumento de las cuotas de importación o un descenso de los precios de entrada.

Marruecos tiene actualmente una cuota arancelaria de 240.000 tn de tomate, cuyo control y cumplimiento ha sido en ocasiones denunciado, así como la práctica habitual de la fijación de precios de este tomate a resultas del precios de venta en el mercado europeo.