2 de junio de 2008. UPA Castilla y León a través de su organización a nivel federal ha instado al Gobierno a crear una mesa de negociación con los Ministerios de Economía, y Medio Rural para dar respuesta con carácter de urgencia a la subida escandalosa del precio del gasóleo.

La escalada de precios del gasóleo B es tal, que en tan sólo un año ha pasado de 0,61 euros/litro en el 2007, a 0,98 euros/litro que se paga actualmente, lo que supone un 60 % de incremento en tan sólo doce meses.

En esta reunión, UPA reivindicará el adelanto de la puesta en marcha del gasóleo profesional como estaba recogido en el anterior acuerdo, y además pediremos la reducción del IVA del 16 al 7 %, la devolución del Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH), deducciones fiscales y ayudas directas e indirectas.

Por otro lado UPA pondrá especial incidencia en que la Administración aplique medidas de futuro para disponer de alternativas energéticas que garanticen la viabilidad de las explotaciones agrarias para seguir produciendo alimentos de primera calidad.

Desde UPA apostamos por llegar a un acuerdo con el Gobierno como en ocasiones anteriores. Para ello nuestra organización una vez más pondrá la máxima voluntad para que con la responsabilidad que demanda el sector, lleguemos a través del diálogo a un consenso entre organizaciones agrarias y Gobierno.

Teniendo claro que la experiencia nos dice que el mejor método para buscar una respuesta es la negociación y el acuerdo, sin embargo UPA no descarta emprender movilizaciones de forma conjunta si no se llega a acuerdos satisfactorios para los agricultores.

Hay que tener en cuenta que el gasóleo B es un carburante imprescindible para que siga en marcha el sector agrario, y de hecho el combustible constituye uno de los inputs de la actividad agraria, por lo que tiene una gran influencia en los costes finales de explotación.

UPA denuncia que esta desmesurada subida del precio está afectando de forma muy negativa a las economías de los agricultores, y por lo tanto a sus rentas, ya que no en vano el parque de maquinaria agrícola en nuestra región es elevadísimo (tractores, cosechadoras, etc). Además hay que contabilizar los miles de motores de riego que hay en Castilla y León, y que en realidad son los que más combustible de este tipo consumen, lo que en su conjunto refleja bien a las claras la incidencia que sobre las economías más modestas está teniendo este abusivo incremento del gasóleo.