En los últimos días hemos podido comprobar cómo la presión que ejercen las distribuidoras también crea polémica entre ellas. No se entiende que cuando los agricultores presionamos por los elevados beneficios que obtienen a nuestra costa, ellos respondan con una guerra de marcas blancas, para pelearse por ser el más competitivo a los ojos del consumidor. Ya lo dice el sabio refranero español: “la mejor defensa es un buen ataque”.
Pues con las marcas blancas las distribuidoras están atacando ¿a quién? Al eslabón más débil (el agricultor y ganadero). ¿Qué quieren? Comprar más barato sus productos y poder jugar con el precio de venta al consumidor, pero claro sin perder beneficios ¿o acaso alguien piensa que los márgenes van a ser más pequeños?
No dudo de que es una forma hábil de borrar las “pistas” de las cifras; cifras de sus beneficios, y también es una forma astuta de borrar la trazabilidad del producto, e incluso de poder mezclar productos de diferente procedencia (“a río revuelto, ganancia de pescadores”).
No hace muchos días tuve la posibilidad de reunirme con ANGED (Asociación de Distribución Española) y cuando planteé como agricultor que soy y como representante de otros agricultores y ganaderos estas preocupaciones parecieron sorprenderse, cuál fue mi sorpresa cuando días después observo este “ataque” de la distribución.
Y como si de un partido de fútbol se tratase, cabría preguntarse ¿quién ocupa la portería de los agricultores? En mi opinión, debería ser nuestro comercio, sobre todo el que está asociado y tiene fuerza, ya que parece que estos “delanteros” ya han franqueado la defensa.
Desde mi humilde opinión, y por el conocimiento que en estos años he obtenido sobre el funcionamiento del sector, las comercializadoras de Almería están lejos de exigir que nuestros productos no se envasen con marcas blancas, muchos de ellos ni siquiera se lo plantean, reconocemos así el poco peso que tenemos en la cadena comercial.
La marca para identificar a nuestra agricultura y para nuestros productos ganaderos resultaría ahora esencial; sin embargo, de nuevo la guerra de las cifras se pone en medio impidiendo así que la creación de esta marca se convierta en una prioridad para nuestro sector.
ASAJA, ha salido estos días a la calle para defender que se ponga en marcha un Plan de Viabilidad para el sector hortícola, petición compartida por otras organizaciones pero no por el comercio que decidió mantenerse al margen ¿por qué?
De este modo, con las marcas blancas ganando terreno, sin cifras, y sin Plan de Viabilidad, nuestro “equipo” de productores no lo tiene nada fácil y quizá sea la hora de que todos nos juntemos para participar en el mismo juego.
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.