Mientras Italia y Francia toman medidas imprescindibles para mantener el cultivo de trigo duro y también de los trigos de calidad, España no termina de adoptar líneas semejantes.

Así mientras Italia mantiene su línea de apoyo en base al artículo 68, Francia ha aprobado una línea de ayuda de 8 millones de euros para 208.000 Has. de zonas tradicionales de secano de rendimientos medios de 3.500 Kgs./Ha. también al amparo del Art. 68 para sustituir la desaparecida prima a la calidad (ver revista Semences et Progrès nº 140).

Francia se muestra muy sensible al futuro de la transformación francesa de trigo duro para su industria, mientras analiza la competencia e incremento de producción de Canadá y otros países y sostiene con determinación que ante la perspectiva de precios de los granos, en el Mediterráneo es imprescindible una compensación al cultivo, ligada a la utilización de semilla certificada igual que Italia.

Si España no adopta en forma inmediata estas líneas de apoyo, la producción de trigo duro y trigo de calidad tenderá a desaparecer y con ello llegar a una mayor dependencia de la importación en más de un millón de toneladas adicionales.
Y para obtener una adecuada calidad es imprescindible requerir la utilización de semilla certificada.

La decisión debe ser tomada urgentemente por cuanto la cosecha para la producción de semilla de la campaña próxima debe ser acopiada y comprada en las próximas semanas.