Cada vez son menos los productores de porcino independientes que quedan en Brasil. Los bajos precios de la carne han movido a muchos de ellos a optar por la integración como fórmula para soportar un menor riesgo.

En Rio Grande do Sul, que es un zona muy productora de porcino, hace cinco años, la mitad de los productores de cerdos eran independientes y la otra mitad integrados. Sin embargo en la actualidad, el 85% de los ganaderos se encuentran bajo el sistema de integración.

Mientras que los ganaderos se quejan del bajo precio que perciben por sus animales, los consumidores se alegran de que la carne de cerdo siga siendo barata y se está convirtiendo en una carne muy demandada. En los últimos 5 años, el consumo ha crecido en un 100%. La carne porcina cuesta entre la mitad y el 65% de lo que cuesta la de vacuno, según la Asociación Guacha de Supermercados.