Como estaba cantado desde hace tiempo, la Unión Europea comenzará las negociaciones con el Consejo de Ministros de Agricultura y con la Comisión Europea para reconducir la propuesta de la PAC 2028-2034 que se presentó en julio de este año. Así lo ha manifestado el comisario Christophe Hansen a los medios de comunicación después de que el Parlamento Europeo la haya rechazado, con una amplia mayoría formada por liberales, socialdemócratas, populares y verdes. Ello significa que claramente la propuesta del Comisario no convence a nadie.
Hansen compara la situación con una maratón, que además acaba de empezar. Independientemente de quién gane esta maratón, los agricultores y ganaderos de la UE no merecemos este trato.

Él lo argumenta con la disculpa de la eliminación de la burocracia para el campo. Olvida el Comisario que además de Agricultura, también lo es de Desarrollo Rural, pilar que desaparece por encanto en la propuesta.
¿No se sabe qué burocracia desaparecerá? Quizás en las oficinas de la UE, pero en los países miembros no va a desaparecer. Tendrán que seguir los trámites normales para las solicitudes de ayudas y toda la compleja carga administrativa que conlleva el proceso hasta que un joven, por ejemplo, reciba su ayuda desde que la solicita.
Luego, eso de simplificar el trabajo burocrático no cuela. Aquí la cuestión y el Comisario lo sabe, es el presupuesto que ha desaparecido para este segundo pilar y ahí va a estar el debate de la maratón.
Lo que más indigna es el racaneo del presupuesto con el sector agrario, que en momentos de la pandemia fuimos los responsables de que no faltarán alimentos en toda la UE, cuando en otras partes del mundo escaseaban. Y responsables también de garantizar alimentos de calidad desde los principios de la creación de la Unión Europea.
Además, según los analistas, los precios de los alimentos seguirán al alza por dos motivos fundamentalmente: uno, por la bajada de la producción de alimentos en el mundo, dados los efectos del cambio climático. Y dos, por el aumento de la población: habrá más de 9000 millones de personas en 2050.
Las producciones se han estancado e incluso han bajado. No solo en la agricultura, también en la ganadería. Dice el exministro Manuel Pimentel que vamos a tener en los próximos años unos altos precios de los alimentos, lo que encarecerá, sin duda, la cesta de la compra. Según el exministro, costarán más del doble de lo que hoy le cuestan al consumidor.
Todo coincide también con que la alimentación será un gran negocio. Lo que no aclaran es si lo será también para el sector productor. Con estas previsiones, la volatilidad de los mercados y una Organización Mundial del Comercio desmantelada, están garantizadas.
O la UE reacciona rápido y bien respecto a la soberanía y seguridad de los alimentos o vamos a tener que mendigar por el mundo algún mendrugo para comer. Si además le añadimos que Europa no dispone de energía, las cosas se complican aún más.
Mi consejo al comisario Hansen ante el futuro próximo, será que deje de enredar con el presupuesto para el campo y escuche al sector, porque además de la burocracia tenemos otros muchos problemas. Por ejemplo, mercados muy competitivos, altísimos costes de producción, competencia desleal y además, sin el relevo generacional suficiente veremos si somos capaces de salir adelante.
Ya que la globalización nos ha traído hasta aquí con resultados desastrosos, esperamos que la desglobalización vuelva a poner al campo en el lugar que le pertenece y a la Unión Europea también.





Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.