El documento aborda seis cadenas productivas y sus principales plagas: avellano (chinches hediondas, en especial la marrón marmórea, y escarabajos), remolacha (pulgones vectores del virus de la amarillez), manzano (pulgones y gorgojo de la flor), cerezo (moscas de la fruta, con foco en Drosophila suzukii), higuera (moscas) y nabo (pulgón). En todos los casos, se describen alternativas disponibles, desde productos fitosanitarios convencionales hasta control biológico y métodos preventivos.
El Instituto Nacional de Investigación para la Agricultura, la Alimentación y el Medio Ambiente de Francia (INRAE) ha presentado al Ministerio de Agricultura francés un informe sobre las alternativas a los insecticidas neonicotinoides, prohibidos en la protección de cultivos por su impacto ambiental. El trabajo, solicitado en mayo por el Ministerio tras el veto a determinadas sustancias (incluidos acetamiprid y flupiradiflurona), fue elaborado por 16 expertos y cubre seis sectores vegetales, con evaluación de eficacia, viabilidad técnica y económica, y condiciones para escalar su uso.
Amarillez en remolacha azucarera
En remolacha azucarera, la lucha contra el virus de la amarillez —transmitido por pulgones— sigue siendo un reto crucial para los productores. En Francia, suele tener un impacto limitado, pero en años de alto riesgo, como 2020, provocó pérdidas generalizadas de rendimiento y daños económicos severos. Desde entonces, la investigación se ha centrado en el desarrollo de soluciones de protección alternativas dentro del Plan Nacional de Investigación e Innovación (PNRI), impulsado por el Gobierno francés junto con el INRAE y el Instituto Técnico de la Remolacha (ITB).
Un enfoque integral: prevención, biocontrol y mejora genética

El informe del INRAE detalla que la transición hacia modelos sin neonicotinoides requiere un enfoque combinado de medidas preventivas, control biológico y mejora varietal. En el caso de la remolacha, se han identificado varias líneas de acción complementarias:
- Prophylaxis o medidas preventivas: desde 2021 se ha conseguido reducir la incidencia del virus mediante la eliminación sistemática de residuos de cosecha y brotes espontáneos que actúan como reservorios. El informe recomienda reforzar la coordinación entre las áreas de cultivo de remolacha azucarera y las destinadas a producción de semillas, ya que su proximidad incrementa el riesgo de contagio. También propone recopilar datos sobre la aplicación real de estas prácticas para evaluar su eficacia.
- Desarrollo del biocontrol: se están ensayando técnicas basadas en plantas de servicio, mediadores químicos y depredadores naturales de pulgones. Estas soluciones han superado la fase experimental, pero aún requieren madurez tecnológica y validación en campo. El ITB ha desplegado una red de granjas piloto dentro del PNRI para evaluar estas herramientas en condiciones reales de producción. El informe sugiere incluso explorar el uso de drones para aplicar productos biológicos con mayor precisión.
- Variedades resistentes: a medio plazo, la ampliación del catálogo de genotipos resistentes al virus, con altos rendimientos, es clave para reducir la dependencia de tratamientos fitosanitarios. Actualmente, el desarrollo de estas variedades sigue siendo limitado, pero avanza con apoyo público y del sector.
Vigilancia y seguros agrarios para una transición viable
El INRAE insiste en que una epidemiovigilancia precisa es esencial para posicionar los tratamientos —incluidos los biológicos— en los momentos más eficaces y evitar intervenciones innecesarias. Asimismo, propone fortalecer los sistemas de seguros agrarios para compensar las pérdidas en campañas de alta incidencia, garantizando la estabilidad económica de los agricultores durante la transición hacia sistemas sin neonicotinoides.
Mientras las alternativas no estén plenamente operativas, el informe considera necesario mantener acceso a dos productos fitosanitarios actualmente en uso —Movento (spirotetramato) y Teppeki (flonicamida)— para permitir alternancia en los tratamientos y evitar resistencias. A medio plazo, podrían complementarse o sustituirse por Axalion, un nuevo producto candidato a homologación.
Un cambio estructural más allá de la sustitución química
Los expertos subrayan que la sustitución de los neonicotinoides no puede basarse únicamente en reemplazar productos de síntesis por otros biológicos. El éxito dependerá de estrategias combinadas, que integren prevención, biocontrol, selección varietal, vigilancia y apoyo institucional. Este modelo, según el INRAE, es la vía más sólida para mantener la competitividad y sostenibilidad del cultivo de remolacha en Europa, garantizando su adaptación a un marco regulatorio cada vez más exigente.




Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.