La Unión Europea y países asociados (EU27+) es el mayor importador de soja a nivel mundial y, solo superado por China, el mayor importador de harina de soja. Su producción propia sigue siendo modesta por lo que mantienen una alta dependencia de terceros países. En total, se estima que el consumo de soja (en forma de grano, harina o aceite) en la UE-27 y el Reino Unido ascendió a 41,3 Mt durante la campaña 2022-2023.
Los esfuerzos para obtener soja de forma más sostenible se han adoptado cada vez más en toda la UE-27+. Según el informe European Soy Monitor 2022-2023, el consumo de soja que puede considerarse «libre de deforestación y conversión» aumentó del 42% en 2019 al 54% en 2023. Esto refleja un creciente compromiso con el abastecimiento responsable entre los actores del mercado europeo. El informe ha sido promovido por Donau Soja, FEDIOL (Asociación europea de la industria de aceites vegetales y harinas proteicas publicado) y FEFAC (Federación Europea de Fabricantes de Piensos) entre otras organizaciones.
Avances por países
La implantación de soja responsable presenta grandes diferencias entre Estados miembros. En Países Bajos, Dinamarca, Noruega, Alemania y Suiza. el 100% del consumo doméstico de harina de soja cumple con las directrices FEFAC SSG (Directrices de abastecimiento de soja de FEFAC para una soja libre de deforestación y conversión). En Bélgica es un 97%.
En el otro extremo está Italia con solo un 12% de consumo de soja FEFAC SSG, Polonia con un 25%, Francia con un 36% y el Reino Unido con un 60%.
España, con una importación de 4,5 millones de toneladas de harina de soja equivalente en 2023 (2,7 Mt de soja y 1,9 Mt de harina de soja), es un actor importante en el mercado europeo de la soja, ocupando el tercer lugar después de Países Bajos y Alemania. El 72% del consumo doméstico de harina de soja cumple con la normativa FEFAC SSG.
El informe considera como «soja libre de deforestación y conversión» aquella cuya producción no ha implicado la transformación de ecosistemas naturales a partir de una fecha de corte concreta (como 2020). Para ser reconocida como responsable, esta soja debe estar verificada mediante certificación acreditada, control de segunda parte, o procesos de auditoría externa.
Suministro y origen
Brasil continúa siendo el principal proveedor de soja para Europa, con un 38% del total, seguido de Argentina (20%) y Estados Unidos (14%). Sin embargo, estos países presentan riesgos variables de deforestación, lo que condiciona la capacidad de cumplir con los objetivos de sostenibilidad.
La producción de soja en la propia UE cubre el 10% del consumo, con Francia, Italia, Rumanía, Croacia y Austria como principales productores. Casi toda la soja europea se considera libre de deforestación por su origen en zonas sin expansión agrícola reciente, aunque su volumen sigue siendo limitado en relación al total.
Presión de la nueva normativa europea
El informe destaca que el nuevo Reglamento de la UE sobre productos libres de deforestación (EUDR), que comenzará a aplicarse plenamente a partir de diciembre de 2025, supondrá un fuerte impulso para cambiar la tendencia. Esta normativa exigirá que todas las importaciones de productos como la soja cuenten con pruebas de que no proceden de tierras deforestadas tras diciembre de 2020, lo que previsiblemente elevará el nivel de trazabilidad en toda la cadena.
La soja, el cultivo pendiente. Los que estudiamos en la Escuela de Barcelona en la década de los 50, además de sufrir el terrible «ingreso» para entrar, salimos con una convicción en Ganadería: «Con soja y maíz hay ganadería segura». Por lo que no es extraño que muchos pusiéramos interés en esos 2 cultivos.
Con el maíz sin problema, pero lo otro … ahí está. A ver cuando salga el valiente que haga rentable su cultivo en España. Actualmente las posibilidades (informaciones y un largo etc.) de conseguir las cosas son muchas. Es cuestión de ganas y más ganas. Como somos positivos, continuamos esperando