El Gobierno de España estudia la introducción del lobo en parques nacionales como Monfragüe (Extremadura) y Cabañeros (Castilla-La Mancha), con el objetivo de controlar la sobrepoblación de especies como ciervos y jabalíes tras la prohibición de la caza en estos espacios. Esta medida forma parte de los planes de gestión que se están elaborando a nivel estatal y autonómico, y que ya se han abordado con responsables del Parque de Monfragüe.
Rechazo del sector agrario y advertencias desde Aragón
Desde ASAJA Aragón se ha expresado una fuerte oposición a esta posibilidad, argumentando que la introducción del lobo podría alterar negativamente el equilibrio ecológico y socioeconómico de los parques y sus entornos. La organización subraya que la biodiversidad actual se ha desarrollado en convivencia con la ganadería extensiva, que desempeña un papel crucial tanto en la conservación del paisaje como en la prevención de incendios.
ASAJA advierte de que un pequeño número de lobos no sería suficiente para controlar el exceso de fauna cinegética, pero sí podría representar una amenaza directa para los rebaños. Además, alertan del riesgo de proliferación de la especie sin una base científica sólida, lo que podría replicar problemáticas como las vividas con otras especies como estorninos, corzos o conejos.
La organización también considera que esta medida tendría consecuencias negativas para el turismo rural, ya que la presencia del lobo puede disuadir a visitantes o alterar la experiencia en estos espacios naturales, claves para la economía local.
Críticas desde Bruselas sobre la viabilidad de la medida
Desde Copa-Cogeca, la principal organización agraria europea, también se ha cuestionado la viabilidad técnica y legal de introducir lobos en parques nacionales. Consideran que sin un centro específico de cría y control, no es posible gestionar de manera efectiva una población de grandes carnívoros.
Recuerdan que el lobo está incluido en el Anexo IV de la Directiva Hábitats, lo que le otorga la máxima protección legal y limita las posibilidades de su manipulación o reintroducción, especialmente durante el periodo reproductivo. Según la organización, la legislación europea no exige en ningún momento la introducción de lobos como herramienta de gestión cinegética, por lo que las declaraciones de las autoridades españolas podrían derivarse de una interpretación nacional del marco jurídico, no de un mandato europeo.
Copa-Cogeca recomienda mantener un diálogo directo con FACE y las organizaciones españolas afiliadas, que cuentan con un mayor conocimiento del contexto ecológico, legal y social del lobo en España, antes de avanzar en una decisión que podría generar un fuerte conflicto territorial.
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