A pocas semanas de que expire el actual régimen de Medidas Comerciales Autónomas (ATM) con Ucrania, el sector cerealista europeo ha vuelto a manifestar su profunda preocupación por la exclusión del trigo común y la cebada de los mecanismos de protección comercial. Según el presidente del Grupo de Trabajo de Cereales de Copa-Cogeca, Cédric Benoist, esta decisión ya ha tenido un impacto devastador sobre los productores de cereales de la UE y su repetición en el nuevo acuerdo revisado con Ucrania agravaría aún más la situación.
Desde la liberalización del comercio tras el inicio de la guerra, las importaciones de trigo común desde Ucrania han pasado de estar limitadas por un contingente arancelario de 1 Mt a alcanzar las 6,5–7 Mt anuales. Este aumento no ha sustituido otras fuentes de suministro, sino que ha generado un excedente directo: las importaciones totales de trigo por parte de la UE han pasado de 2-3 Mt a más de 9 Mt, mientras que la producción comunitaria apenas ha caído un 1 Mt y el consumo se ha reducido.
El sector denuncia que esta entrada masiva ha contribuido a una caída generalizada de precios. En Francia, por ejemplo, el precio del trigo común cayó a 209€/t a finales de 2023, frente a los 304€/t de media en 2020. Al mismo tiempo, el coste medio de producción ha aumentado un 46 %, pasando de 1.414€/ha en 2020 a 2.065€/ha en 2023. En países como Irlanda, este incremento alcanza el 68 %.
Benoist subraya que cultivos no expuestos a importaciones ucranianas, como el trigo duro, han tenido una evolución positiva: su precio actual ronda los 315€/t, muy por encima de los niveles de 2020 y 2018. Para el representante de Copa-Cogeca, la conclusión es clara: la presión sobre los precios proviene del exceso de oferta generado por las importaciones ucranianas.
El dirigente lamenta que, cuando se diseñó el sistema ATM en 2022, tanto el trigo como la cebada se dejaron fuera de las salvaguardias al considerar que no existía riesgo de distorsión. Tres campañas consecutivas de rendimientos negativos han desmentido esta suposición. A juicio del sector, los datos actuales demuestran que existe un desequilibrio claro de mercado, con un excedente estructural estimado en al menos 5 Mt de trigo común, y un panorama similar para la cebada.
Desde Copa-Cogeca se insta a la Comisión Europea a recuperar el sistema de contingentes arancelarios (TRQ) anterior a 2022 para estos dos cereales y a diseñar una estrategia comercial que no enfrente los intereses agrícolas europeos y ucranianos. En opinión de Benoist, apoyar a Ucrania es esencial, pero debe hacerse reabriendo sus mercados tradicionales, en lugar de provocar fricciones en el interior de la UE. De lo contrario, advierte, se corre el riesgo de alimentar las tensiones internas y favorecer la influencia de Rusia en la diplomacia internacional del grano.
Que se sabe de la sequia en el este de Europa África y Asia?