Las lluvias torrenciales de la última DANA han causado graves daños en el sector agrícola de la provincia de Castellón, con pérdidas estimadas en 15 M€. Los cultivos más afectados son las hortalizas de invierno y los cítricos, además de los caminos rurales e infraestructuras agrarias de las comarcas del Baix Maestrat y la Plana Alta, según informa AVA-ASAJA

Las lluvias acumuladas, que llegaron a alcanzar los 180 l/m² en el norte de Castellón, anegaron campos agrícolas y ganaderos, muchos de los cuales ya habían sufrido precipitaciones en semanas anteriores. En cultivos como las alcachofas, la excesiva humedad incrementa el riesgo de hongos y problemas de comercialización, ya que el producto puede abrirse, quedarse pequeño o ennegrecerse, perdiendo así su valor comercial.

Otros cultivos como lechugas, coliflores o coles repollo también se ven afectados, con un retraso en la plantación que podría generar un solapamiento en la recolección y presionar los precios a la baja. En cuanto a los cítricos, las clemenules en su estado óptimo de maduración podrían experimentar mermas de hasta el 20% en algunas parcelas.

En total, las pérdidas en cosechas alcanzan los 11 M€, afectando a una superficie de 7.000 hectáreas, mientras que los desperfectos en caminos e infraestructuras agrarias se valoran en 4 M€.

Además de Castellón, otras áreas de la Comunitat Valenciana, como La Marina, La Safor, La Ribera y el Camp de Túria, también han registrado anegaciones en campos agrícolas, agravando el impacto de las lluvias en la región.

AVA-ASAJA ha solicitado a la Generalitat Valenciana, al Gobierno español y a la Unión Europea que las ayudas destinadas a paliar los efectos de las lluvias incluyan también a los términos afectados de Castellón, hasta ahora excluidos.

Entre las medidas demandadas destacan:

• Reparación urgente de caminos rurales para garantizar el acceso a las explotaciones.
• Agilización y subvención de tratamientos fungicidas para prevenir enfermedades en los cultivos.
• Incremento del 20% en las indemnizaciones de seguros agrarios a cargo del Consorcio de Compensación de Seguros o del Ministerio de Agricultura.
• Ampliación de medidas fiscales, como módulos cero y exenciones en las cuotas de la seguridad social y del IBI rústico, para aliviar la carga financiera de los agricultores y ganaderos afectados.