En Cataluña, así como el resto del mundo, a lo largo del último siglo, se han detectado declives muy importantes en la diversidad y abundancia de los insectos polinizadores, especialmente en abejas y mariposas, y en menor medida en sírfidos . Así, de las más de 2.000 especies de abejas que existen en Europa, un 9% se considera amenazada y un 37% está en declive. En el caso de las mariposas diurnas, la lista roja europea estima que el 9% se encuentran amenazadas y el 31% están en declive. Así lo ha puesto de manifiesto el informe “Los polinizadores silvestres en Cataluña, que ha sido elaborado bajo el paraguas del Observatorio del Patrimonio Natural y la Biodiversidad.
El informe señala que ha habido declives en un 70% de las especies de mariposas de Cataluña. Las mariposas asociadas a prados y herbazales han descendido mucho más que las que prefieren ambientes forestales. El proyecto Catalan Butterfly Monitoring Scheme (CBMS) también ha permitido detectar que un 5% de las poblaciones de mariposas monitorizadas en Cataluña han sufrido extinciones locales. Hay 45 especies de mariposas diurnas amenazadas, 12 de las cuales ya están «en peligro de extinción».
Sin embargo, este declive no afecta igualmente a todas las especies. Así, en el caso de las abejas, las más afectadas son aquellas especies de tamaño corporal grande, las de lengua larga y las que tienen un alto grado de especialización, tanto de hábitat como de dieta.
En cuanto a los principales motores que están provocando el descenso de insectos polinizadores, el informe señala la pérdida y fragmentación de hábitats naturales, la intensificación de la agricultura, la urbanización, el cierre de los claros en zonas forestales y el cambio climático como principales causantes. El intenso cambio de usos del suelo a lo largo de las últimas décadas ha producido una disminución de las flores que sirven de alimento a los polinizadores y plantas nutricias de las orugas de las mariposas. En este sentido, es necesario recuperar los herbazales y los márgenes multifuncionales de los campos de cultivo. La intensificación agrícola implica una pérdida de la diversidad de cultivos y hábitats en general, y una mayor utilización de plaguicidas perjudiciales para los polinizadores.
Plan de conservación de los polinizadores
El informe que se ha presentado servirá de base para impulsar un plan estratégico para luchar contra el descenso de las poblaciones de polinizadores. El Plan intersectorial de conservación de los polinizadores silvestres en Cataluña (PIPOL), previsto en la Estrategia del patrimonio natural y la biodiversidad de Cataluña 2030 y alineado con la Iniciativa de los polinizadores de la UE, se redactará durante el año 2023 de forma participada con los sectores más relevantes para la conservación de los polinizadores.
El instrumento prevé dar respuesta al declive generalizado de estos insectos y garantizar el servicio ecosistémico de polinización que proporcionan mediante una batería de acciones orientadas, entre otros aspectos, a recuperar los hábitats para los polinizadores en los paisajes agrarios, forestales y periurbanos, reducir el impacto de los productos fitosanitarios y divulgar y sensibilizar a la sociedad sobre los servicios y beneficios que proveen los polinizadores silvestres y sus vínculos con la seguridad alimentaria.
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