Publicamos hoy la segunda parte de las andaduras de Jesús Antonio Moya Talens. Si se perdió la primera parte, puede leerla aquí.
3ª Etapa. Desarrollo profesional
Al no haber hecho la mili, se han perdido un par de años profesionales, pero siempre se aprende y me encuentro en perfectas condiciones para lo que sea, como presentarme a unas oposiciones del M. de Agricultura sin haberlas pedido, supongo para estar encerrado en una Jefatura Provincial, es decir, un puesto burocrático que no me gustaba, pero por otra parte me interesaba volver a adaptarme a la vida anterior y qué mejor que escaparme a Madrid.
El impacto de Madrid fue fabuloso. Rápidamente me entero de las infinitas posibilidades que tengo como P.A. Hay oposiciones del M. de Agricultura para todo. Me entero de las de Extensión Agraria, exactamente lo que estaba buscando, dejo la que había preparado y me apunto a ellas. Contacto con compañeros de otras Escuelas y noto las diferencias con la de Barcelona. En Madrid preparan a la gente para ser funcionarios y en Barcelona para ejercer la profesión.
Pasadas todas las pruebas para convertirme en Agente de Extensión Agraria, en Nov.-Diciembre de 1952 voy a Madrid a jurar el cargo de funcionario. Estando con todos los compañeros me llaman a un despacho, donde me comunican que me han destinado a La Bisbal (Gerona), pero debido a unas circunstancias imprevistas, que vaya a Villarreal (Castellón). Esto va a cambiar completamente mi dedicación profesional. Paso de ir a una zona arrocera, que era lo que conocía, a otra naranjera que conocía algo. Villarreal era el campo ideal para aprender a marchas forzadas si uno tiene ganas y yo tenía muchísimas, recorriendo fincas por el día y por las noches estudiando todo lo relacionado con Cítricos, habiendo realizado los análisis de carbonatos de casi todas las fincas de La Plana de Castellón y los fines de semana en “Ca Pancho”, un bar de reunión de agricultores, aún daba una charla sobre naranjos, pues en mi pueblo parece que sólo sabían de arroz Al cabo de un año, era el principal sorprendido de lo que se puede aprender si puedes y tienes ganas. Contacté con los mejores podadores, los de los tratamientos pesticidas, capataces e Ingenieros que venían de Valencia y de la Escuela de Agrónomos. En diciembre 1953, un año después, también por necesidades de personal, me destinan a Mallorca, a abrir la Agencia de Manacor, con la promesa de que estaría 6 meses y volvería a Valencia. Siempre pensando en estar cerca de una Escuela de Agrónomos.
En Mallorca encontré un nivel técnico bajo o bajísimo. Tanto en compañeros de la Jefatura, como a nivel agricultor. Mallorca es como una gran familia, todo el mundo se conoce y los forasteros no son los de otro pueblo, sino los que no han nacido en Mallorca. Nosotros los valencianos, solo por ser valencianos ya éramos los mejores naranjeros. Recuerdo que en cierta ocasión se presentó en la Agencia un señor valenciano que era médico y me pidió que no lo descubriera, ya que se hacía pasar como técnico sin tener idea de los naranjos. Aquello era otro mundo. Había pasado de una comarca donde teníamos que ir a la farmacia a comprar oligoelementos y preparar las fórmulas para los ensayos foliares, a otras comarcas que no se sabía para qué servían los abonos más elementales. Bueno así casi todo. Como dijo alguien: “Aislado en una isla”.
Como es lógico, esa gran familia mallorquina, es decir, la gente que pasaba por enterada y toda esa parafernalia, se relacionaba entre ellos y pronto empezaron a venir por Manacor. Por otra parte, yo no tenía problema de horas y como mejor estaba era con gente amante del campo, que además me invitaba a comer en los mejores restaurantes. La Mallorca real no es solo lo que se representa por el turismo y las turistas. La gran mayoría son gente agraria, amantes de la tierra, con una gran afición al campo, Agricultura y Ganadería y si pueden con una finca agraria El turismo es la franja costera, esa fina línea que separa el mundo cosmopolita que se lo pasa bomba, sobre todo los jóvenes y las “jóvenas” y que todos coinciden en decir que España es el mejor país del mundo. La otra Mallorca, la del interior, cómo me gustaría que no se perdiera: Gente amable, educada, respetuosa con todos, tanto extranjeros, como “forasteros”. Presiento que se está perdiendo con tantas “novedades” y por perder entiendo lo que ya no existe.
Se podría comentar que he estado en las mejores fincas de la isla con sus dueños donde me contaban sus historias y experiencias que pasaba gusto de escuchar. Entre ellos se pueden destacar los dueños de las cuevas del Drach, de Porto Cristo, como las Des Hams, pero lo que más destacaría es al dentista de Sa Pobla, que juntó varias fincas y las plantamos de naranjos y clementinos, así como cipreses muy juntos en los lindes. Todo eso lo trajimos de Villarreal y viveros valencianos. Otro a destacar era el dueño de un laboratorio que fabricaba anestesia. Muy inteligente, con una finca de naranjos con problemas de carencia de magnesio y que me trajo a un holandés por mis dolencias de estómago debido a las comidas mallorquinas de la pensión., así como un matrimonio de edad avanzada, dueño de una finca grande en Son Ferriol, al lado de Palma y que la última vez que pasé a verla la habían convertido en calles.
Un caso aparte es el del farmacéutico de Palma. Era el analista del laboratorio farmacéutico y analizaba todo lo analizable de la isla, incluso el combustible de los aviones, menos a sus tierras que llevaba las muestras a Manacor.
Poco a poco se fueron abriendo Agencias en Mallorca, siendo la 1ª en San Jordi, junto al aeropuerto y 2ª en Sa Pobla, el pueblo con agricultura intensiva. Me propusieron ser Agente de Zona, es decir, controlar las Agencias Comarcales, respondiendo que lo que quería era volver a Valencia.
Con los de S. Jordi contactamos rápidamente, el Jefe trabajador y responsable, sin fantasías. Con el de Sa Pobla no lo tenía tan claro. Parece que todo el que viene a Mallorca viene cabreado. En Manacor tenía dos colaboradores, ambos Ingenieros técnicos, con ganas de aprender y marcharse a su pueblo, especialmente uno de Barcelona, que aprovechaba los fines de semana para ir a ver a sus padres y novia.
Desgraciadamente la paga de Agente era bastante baja y a finales de los 60, apena llegaba a fin de mes, por lo que se empezó a ver posibilidades de conseguir algún dinero con actividades que no fueran incompatibles, como la topografía, principalmente medición de tierras. En lo que atañe a mi caso, gracias a los contactos podía llevar fincas fuera de nuestra Comarca y para que no se hicieran viajes de ida y vuelta a Manacor, le hice un estudio del precio del kilometraje a mi coche y con él podía desplazarme. Los dos compañeros de la oficina se dedicaron a las topografía y me dijeron si quería asociarme con ellos, pero no me interesaba y, además, del Instituto de Manacor me ofrecieron la plaza de profesor de 3º y 5º d bachiller de Ciencias Naturales, a lo que respondí afirmativamente. Me compre una serie de libros caros, con muchas fotos, con el fin de mejorar las clases y todos contentos.
Paralelo a ello el S.E.A. se iba ampliando. Anteriormente recibía la visita del Agente de Zona de Cataluña, ya que la unidad comprendía Cataluña y Baleares y los Agentes de Zona procedían de allí. Lo bueno era que todos habían sido alumnos de la Escuela de Barcelona, por lo que no éramos extraños entre nosotros. En Manacor realizábamos actividades por la mañana visitando fincas, por las tarde atender consultas en oficina y por las noche reuniones en varios pueblos de la Comarca con agricultores, jóvenes de los Planteles y un largo etc., ya que colaborábamos con la Sección Femenina, con el P.PO., Ayuntamientos y Cámaras Agrarias. Con la Provincial me recogían y me devolvían en taxi. Creía que en todas las Agencias hacían lo mismo, al igual que mis compañeros y luego al trasladarse a otras Agencias, me han comentado que no era así, pero los mejores tiempos son los que han estado en Manacor y después en Benissa (Alicante). Al nuevo Jefe de la Región Catalano-Balear se llamaba ahora Regidor, como el del Tenorio y se presentó al estilo de un emperador, no tolerando que se le hablara de tu y alguna chorrada más. No era mala persona, pero sí un estúpido, que le gustaba ir en plan fantoche, como si fuera el único ser existente. En una ocasión le presenté al Regidor el personaje más importante de la isla, con antepasados nobiliarios del sigloXIV, D. Rafael Villalonga, presidente de la Diputación, Presidente se la Cámara Sindical Agraria, etc, con una educación y trato exquisito, con el que daba gusto hablar y coincidimos algunas veces en el aeropuerto y con una vez tuvimos bastante, ya que demostró su ignorancia tratándonos como si fuéramos lacayos. Estos fantoches deben serlo de nacimiento, yo he conocido t uno, entre los amigos de infancia, falleciendo a los 80 años y no había mejorado, por lo que les debe durar toda la vida. Cuando se casó vino a vernos con su mujer a la Agencia y ella nos pareció una chica prudente y callada, que me hizo pensar que va servida con el “tronco” ese. Lo sentimos por ella
Por Navidades, recibía y firmaba muchos papeles como director de cursos por un importe elevado, que luego se juntaba con lo de otros y se repartía entre todos decían, resultando una pequeña paga.
Debido a las quejas del personal nos citó el Regidor en la Comarcal de Sant Jordi, serían los años finales de los 60, diciendo que todo estaba muy mal y era difícil aumentarnos el sueldo, por lo que nos aconsejaba buscar otros trabajos que no fueran incompatibles con el nuestro, pero que no sean fijos, como el que me habían propuesto como profesor. Sino temporales o puntuales.
Eran tiempos que uno se tenía que aguantar, por muchas burradas que le hicieran. Desde siempre tenía la convicción que los peores I. Agrónomos nos los enviaban a nosotros. Recordaba lo del Cid, ¡Que falta de jefes! Camaradas y comisarios, residuos de la guerra anterior y novatos a cual más inútil.
4ª Etapa. La salida de Mallorca
Hubieron cambios de personal. Uno se fue a Cataluña de Jefe a una Agencia. Otro al no tener información pidió la baja y se marchó de Extensión. Estábamos a merced de esta gente, ya que se podía pedir la baja temporal, pero como no lo sabíamos, lo normal es que se marcharan del S.E.A. Lo peor fue la de una Agente de Economía, que pensó casarse con Agente y se vió obligada (por desconocimiento) a dejar de ser funcionaría.
A Manacor destinaron a un valenciano de la capital. Alto, rubio, ojos azules, etc., un guaperas, que las chicas empezaron a venir por la oficina a saludar a la Auxiliar administrativa.
Pero vino otra novedad. Un individuo que en la Escuela de Barcelona iba un curso por delante del mío. Venía como Agente de Zona y, posiblemente por quitárselo de encima, en la Oficina que estaba le debieron hacer un informe muy bueno. Desde el principio veíamos que no era normal, paranoico o monomaníaco pensando que todos le quieren fastidiar. Por donde pasaba creaba problemas. Empezó con nosotros y le siguieron todos los organismos oficiales como Cámara Sindical y PPO así como en las localidades. Pronto se granjeó la enemistad de todos. Estaba casado con una francesa, pequeñaja, ni fea ni guapa, pero con una mala leche enorme. Yo tuve algunos altercados con ella, discutiendo de las chicas francesas, que decía que nosotros pensábamos que todas eran unas fulanas. El refrán de “Dios los cría y ellos se juntan”, estaba clavado. Tenían dos hijas muy guapas y normales, que deberían estar hasta el gorro de sus padres. Él decía que sus hijas eran malas, cuando el malo era él. Les hacía hacer una redacción sobre su padre, con el título “Mi padre manda en 3 islas”. Era un enfermo, no sé si definirle como psicópata integrado o sencillamente un perturbado, que busca ascender fastidiando a los demás. En cierta ocasión invitamos a toda su familia a comer a mi casa. Cuando se fueron, mi suegra me advirtió que fuera con cuidado con él, le había notado mucha envidia y su esposa aún peor. En mi análisis era un vago que le gustaría que los demás le admiraran, pero con un concepto de “hombre de bien” completamente equivocado. Con su mujer, todo lo contrario a un matrimonio, hacían una vida “separada” según me contó, ella se marchaba de buena mañana con su bikini o lo que fuera, a tenderse a la playa durante todo el día. Cuando me lo contaba daba pena y, otra opinión mía, la tía estaba enamorada del guaperas de la Agencia, ya que se le notaba ese odio-amor extremo.
Se había “trabajado” al Regidor, haciéndole creer que aquí todos se tiraban la gran vida y azuzado por su mujer la había tomado con el Agente Ayudante mío, hasta el punto que el Regidor me envió una carta para que le informara de sus actividades fuera de su trabajo. Como es natural la contestación fue la verdad de su trabajo y que actualmente trabajaba durante toda la jornada tan bien como el mejor Agente y que fuera de su trabajo yo no tenía ningún derecho a opinar o responsabilizarme de él. La contestación fue fulminante, que nos marchásemos fuera. Exactamente lo que queríamos, pero de otros modos. Los del P.PO. querían que me pasara a su servicio y los de la Cámara Provincial que les explicara lo que pasaba. A los del P.P.O. les dije que no quería tener la entrevista que me habían preparado y a los otros no les contesté. Incluso, un corresponsal de Paris, me pidió un relato de todo ello para la revista que no recuerdo su nombre. Yo lo que buscaba era escaparme para poder continuar lo de Agrónomo, así que aguatamos y a confiar que a donde vaya voy a estar bien y el que me quiera seguir en el trabajo tendrá que correr.
Nos fuimos al Valle de los Pedroches“, Agencia de Hinojosa del Duque (Cordoba), destinados “por necesidades de servicio” o alguna chorrada parecida, diciéndome los de Madrid que me gustaría y aprendería mucho. Esto dicho por un valenciano de familia muy importante, pero de generación degradada, no me daba ninguna garantía y que le había durado 12 años el aprobar el ingreso en la Escuela de Agrónomos, según palabras de su primo, que se hacía cruces de pensar que era uno de nuestros jefes. Entonces ya aceptaba que estaba rodeado de ineptos mandando y de gente buena que les habían lavado el celebro. Al cabo de los años, en nuestras reuniones mensuales, aún detecto esta anomalía. En Extensión hay que distinguir a los de 1ª línea del resto.
Particularmente estaba contento de ver todo aquello. Acababa de descubrir el significado de una poesía que me había impactado en los primeros años de bachiller. Todo cuadraba y me gustaba.
Al cabo de un tiempo, el Jefe de la Agencia me dice que vamos a ir a la Escuela de Capacitación, recién terminada, a saludar al director que está enfermo. El directo es un personaje que “pesa en el SEA”. En la visita, pronto empieza a interrogarme de lo que tiene que ser el SEA y que la Escuela es para demostrar a los Ingenieros lo que debe ser. Yo también le dije mis ideas sobre el trabajo de las Agencias, a lo que contestó que así se convertirían en otra dependencia, tipo Jefatura Agronómica, para papeleo, como así sucedió, porque ocurrió lo que yo opinaba a finales de los 60, en los años 80.
Total que pronto se recibió un escrito del Regidor de Andalucía para que me trasladara a la Escuela a las órdenes del director. Allí tenía chalet, luz, agua y teléfono gratis, pero yo intenté vivir en el pueblo, que como toda Andalucía es magnífico, pero al final nos fuimos a vivir por todas las facilidades. Me costó el marcharme y todavía estoy dudando si lo he acertado. Allí se comía y se vivía muy bien y muy barato, pero Agrónomos estaba a 90 km muy malos.
Aquello fue tan extraordinario que vinieron todos desde el Ministro a todos los demás. Yo quería trasladar esas ideas a las Agencias, pero para opinar hay que ser Ingeniero. No obstante, donde he estado y la gente conmigo, se nota.
Si encontrara a alguien con ganas de trabajar “de sol a sol”, le explicaría detalladamente lo que es la Enseñanza Profesional Motivada.
Bonita experiencia soy de Hinojosa del duque en placer