Esta campaña de patata en Castilla y León ha sido poco habitual en lo que a calendario se refiere. Se ha adelantado entre 15 a 20 días en comparación con campañas anteriores. La elevada demanda y la escasa oferta han hecho que los arranques se agilizaran, llegando incluso, en el caso de algunas parcelas, a no esperar al secado de la mata.

Actualmente quedará tan solo en torno al 20% de la superficie de patata sin sacar, estima Eduardo Arroyo, presidente de la Asociación de Productores de Patata de Castilla y León (APPACYL). Este año se esperan unos rendimientos entre un 10-15% inferiores a la campaña pasada, que llegaron a 45-46 t/ha. Además, la superficie sembrada es unas 1.000 ha inferior a la de 2021, alcanzando 17.000 ha. En consecuencia, el aforo de este año será inferior al del año pasado, que fue de 750.000 t.

Por este motivo, los embolsadores y la distribución ya están mirando hacia Francia para satisfacer su demanda, pero en el país vecino escasea la patata. La producción se ha reducido mucho, se espera un 20% menos que el último quinquenio, lo que supone 1,5 Mt menos, de acuerdo con las estimaciones de la sectorial francesa de la patata (UNPT). Este descenso ha sido causado por una sequía nunca antes vista en Francia, lo que está provocando que muchos productores no puedan cumplir sus contratos (hay que recordar que en Francia, los contratos son por kilos mientras que en España son por superficie cultivada).

La campaña de Castilla y León puede calificarse de moderada. Las plantas han tenido que soportar unas elevadas temperaturas este verano que, en ocasiones, han provocado problemas de tuberización.

Situación de mercado

El precio actual de mercado de la patata se sitúa entre los 35 y 40 ct/kg, apunta Eduardo Arroyo. Las patatas de carne amarilla, tanto de piel blanca como de piel roja andaría entre 35-37 ct/kg, las de piel blanca y carne blanca entre 37-38 ct/kg y la de piel roja y carne blanca en torno a los 40 ct/kg.

Para Arroyo, ésta podría haber sido una buena campaña de precios si a primeros de julio no se hubieran secado unas 4.000 ha de patata Colomba, que bajó los precios. En la primera semana, en la que apenas había patata, se pagaron a 42 ct/kg pero luego, el precio empezó a bajar hasta los 25-26 ct/kg. El mercado volvió a recuperarse cuando dicha patata se agotó.