Las cotizaciones del girasol en los mercados de futuros han experimentado un giro inesperado en las últimas semanas. Si terminaba agosto con valores negativos, en la primera quincena de septiembre la tendencia es opuesta, y esta semana en Francia marcaba los 405 euros por tonelada. Detrás de este cambio parece estar la constatación de una reducción importante de la cosecha de girasol en Ucrania y Rusia, cuando es precisamente la zona del Mar Negro la mayor exportadora mundial de pipa.

ASAJA subraya la importancia de este cambio de tendencia en los mercados internacionales justo en este momento, en el que va a comenzar la recolección en Castilla y León. Este cambio tendrá que ser valorado a la hora de negociar la venta de pipa con almacenistas e intermediarios. Caso diferente sería el de aquellos que tienen contratos de precampaña, que marcan un precio fijo no sometido a los cambios en los mercados.
Esta campaña hay cerca de 270.000 ha sembradas en Castilla y León, un 9 por ciento menos que el año anterior, aunque la campaña ha sido propicia y se esperan unos rendimientos superiores. Por provincias, la mayor superficie está en Burgos, seguida por Valladolid, Palencia, Soria, Segovia, Zamora, Salamanca, León y Ávila.
Situación en Castilla-La Mancha
ASAJA Castilla-La Mancha ha dado la voz de alarma contra la gravísima situación que está viviendo el cultivo del girasol en nuestro país, con precios que no cubren los gastos de producción y ponen en riesgo la rentabilidad de las explotaciones. Además, el sector sufre la seria amenaza de la importación de pipa de girasol procedente de países que utilizan productos prohibidos en la Unión Europea, así como de otros aceites como el de palma, que se produce en países asiáticos que sustituyen bosques y selvas por estas plantaciones.
En la cadena agroalimentaria, todos cuadran sus números, tanto los almacenistas como las cooperativas, industrias extractoras…, “todos menos el agricultor, que entrega su producción a resultas, sin contrato, y a expensas de que el comprador le pague en función del resultado de su gestión”, señalan desde ASAJA.
La organización ha recordado que, mientras en España se cultiva girasol cumpliendo estrictas normas ambientales, en países asiáticos como Malasia se destruyen bosques para poner plantaciones de palma. En los últimos años se ha incrementado la importación de este aceite un 300% y muchos productos que antes se hacían con otros aceites, como girasol, ahora se elaboran con palma.
En los dos últimos años se ha reducido la superficie de girasol en Castilla-La Mancha en un 12%, pasando de 168.000 ha en 2018 a 149.000 en la actualidad, 20.000 ha menos. En la provincia de Cuenca, una de las principales productoras de girasol, se ha pasado de 133.000 ha en 2018 a poco más de 120.000 en 2020, con una reducción del 10%.
No espabilamos con los carroñeros que marcan las lonjas…..los almacenistas y de mas raras que vive de los agricultores esas ratas tienen nombre y apellidos y pronto se verán perjudicados .la agricultura es mucho más que un mercado para cuatro corbatas y gente de comilonas que viven de nosotros….