De acuerdo con el último boletín del estado de las cosechas de la Comisión Europea (boletin MARS), se esperan una buenas perspectivas de rendimiento en España, gracias al buen tiempo en verano. En el norte de la Península Ibérica se esperan unas previsiones positivas y medias en el sur.
La parte norte de la Península Ibérica recibió niveles medios de lluvia durante el período analizado. Las regiones del sur apenas han visto lluvias efectivas desde junio, aunque las temperaturas se mantuvieron más bajas que el año pasado. A nivel local, se produjo algo de estrés hídrico, pero en general no se observó una situación excesiva.
Las reservas hídricas totales de agua en España están a la mitad de su capacidad. Si bien, aún se encuentra por debajo de la media de los 10 años, la situación es mejor que en 2019. El llenado de embalses de las cuencas hidrográficas de los principales ríos, como el Ebro, el Tajo y el Duero, se sitúa alrededor o por encima de la media. En Extremadura, sin embargo, los embalses de la cuenca del Guadiana tienen niveles inferiores a los de los últimos tres años, alcanzando ahora niveles preocupantemente bajos. Se encuentran en condiciones similares de almacenamiento, los embalses alrededor de los ríos Tinto, Odiel y Piedras en Andalucía.
En España, el rendimiento del maíz se prevé por encima de la media de 5 años y por encima del año pasado, con senescencia temprana en Castilla La Mancha y Alentejo, mientras que el maíz en Castilla y León se está desarrollando a un ritmo medio según nuestros modelos. Como puede verse en el gráfico adjunto, se prevé un rendimiento de 11,8 t/ha, que es el más alto de la UE y un 2,2% superior a la media de las últimas 5 campañas.

En el caso del girasol, que habitualmente no se riega, las perspectivas de rendimiento se mantienen inalteradas y ligeramente por encima de la media, debido a las buenas condiciones de lluvia en el norte de la Península Ibérica que aumentaron el potencial del cultivo. Como puede verse en el gráfico adjunto, se prevé un rendimiento de 1,2 t/ha , que es un 6% superior al año pasado y 3,7% más que la media de los últimos 5 años.

Hasta que no se cosecha no se sabe.
Muchas veces no es lo que parece.
En cereal de invierno, con una muy buena apariencia, en algunos regadíos del Valle del Ebro, las mermas de cosecha han sido entre el 30-40% menor que 2019.