Para la organización láctea europea European Milk Board (EMB) no es una solución adecuada. De ponerse en práctica, tendría que ir  unido a una reducción voluntaria de la producción con un límite de volúmenes. Además, consideran que no se debe permitir que los volúmenes de almacenamiento excedan las 45,000 t de leche en polvo y 60,000 t de mantequilla.

Las razones que esgrime EMB para no apoyar el almacenamiento privado son:

No puede evitar ningún excedente: No actúa en el nivel del productor, donde hay sobreproducción de leche. 

Prolonga las crisis: Incluso cuando se almacenan, los productos lácteos excedentes impactan en el mercado, presionando los precios a la baja, porque todavía son parte de la oferta (en exceso). Luego, cuando se sacan al mercado, prolongan la crisis.

No ha pasado la prueba: El almacenamiento privado no pasó la prueba  como un instrumento de crisis de la UE en el pasado. Se usó en la crisis de 2015-2017, por ejemplo, pero no hizo nada para detener la caída de los precios en el mercado de la leche. 

Para la EMB, la reducción voluntaria de la producción láctea en la UE sería un instrumento  mucho más efectivo.