La Asamblea Nacional de Francia ha votado a favor de un proyecto de ley que introduce el concepto de «patrimonio sensorial» del campo en la legislación francesa. El objetivo de esta ley es la protección legal de los sonidos y olores característicos de la campaña contra las quejas de los vecinos, que las consideran un trastorno anormal del vecindario.

En la exposición de motivos de la ley, se dice textualmente: » El canto del gallo, el plañido de las campanas, el rebuzno del burro, el olor a estiércol o gallinero, el croar de los anfibios: tantos ruidos y olores que son parte integral de la vida rural. En los últimos años, han dado lugar a numerosos conflictos en los vecindarios, de los que los medios se han hecho eco, a veces incluso más allá de nuestras fronteras: campanas de Bondons, estanque de ranas de Grignols, gallo de la isla de ‘Oléron, etc. Las acciones legales a menudo son iniciadas por «gente que va de vacaciones» o «neorurales», que no apoyan este tipo de molestias. Normalmente se quejan alegando disturbios anormales en el vecindario.»
En los últimos meses, este tipo de quejas se ha multiplicado y los juicios consiguientes se han convertido en el símbolo de la lucha urbano-rural. Los parlamentarios esperan que esta ley sea disuasoria contra este tipo de denunciadas ya que habrá un un patrimonio sensorial protegido.
Nada más bello q el canto de un gallo al amanecer