Un acuerdo sobre el Mercosur sería un callejón sin salida para los agricultores y los ciudadanos europeos. Cecilia Malmström, jefa de Comercio de la UE, confirmó el miércoles que se podría alcanzar un acuerdo sobre el Mercosur en los próximos meses. Esto sería inaceptable, no sólo para los agricultores europeos y sus cooperativas, sino también para todos los ciudadanos que están votando a favor de una Europa más verde, más transparente y más protectora. El COPA-COGECA se pregunta ¿Cómo puede la Comisión Europea justificar a los agricultores y los ciudadanos europeos sus planes de importar más productos agrarios de Brasil, apenas unos meses después de la autorización por el gobierno del Sr. Bolsonaro de más de 150 nuevos plaguicidas, y, al mismo tiempo, exigir unas medidas totalmente opuestas a los productores de la UE?.

Altos  representantes  de  la  CE han manifestado que el impacto  de  un  acuerdo  comercial  con  el Mercosur sobre sectores sensibles sería  «gestionable». ¿Qué es gestionable?. Porque la CE no aclara que haría para gestionar este impacto.

El Copa  y  la Cogeca están  en  total  desacuerdo con la posición de la CE, especialmente  a  la  vista  del  impacto  acumulativo  del  acuerdo,  considerando otros acuerdos comerciales existentes y previstos. 

Por otro lado, los  modelos  de  producción  brasileños  están  sometidos  a  normas  medioambientales,  sanitarias  y  fitosanitarias muy inferiores a las vigentes en Europa. Por consiguiente, el país disfrutaría de una ventaja  competitiva  clara  y  desleal.  Para  el sector  agrícola  europeo,  ya sujeto  a  mucha  presión, será  aún  más  difícil sobrevivir, puesto que se verá enfrentado a las masivas importaciones de carne de vacuno, azúcar,  carne  de  ave,  etanol,  arroz,  zumo  de  naranja  y  muchos  más  productos  procedentes  de  los  países  del  Mercosur.

El COPA-COGECA considera que las concesiones comerciales en los sectores más sensibles, en concreto, carne de vacuno, azúcar, carne de ave, etanol, arroz y zumo de naranja y que los productos importados sean coherentes con los modelos de producción de la UE.