El recientemente nombrado Ministro italiano de Agricultura, Gian Marco Centinaio, ha anunciado que no tiene  intención de ratificar el CETA, es decir, el acuerdo de libre comercio entre la UE y Canadá, que entró parcialmente en vigor el 21 de septiembre de 2017 y que precisa del visto bueno de los 28 para aplicarse completamente.

Cuando en marzo pasado, el Ministro tomó posesión de su cargo, señaló que la prioridad en su mandato iba a ser defender el «Made in Italy». Por este motivo, no quiere apoyar el CETA porque considera que no están recogidas todas las IGP y DOP de productos italianos sino solo una pequeña parte.

La organización agraria francesa Coordination Rurale (CR) ha visto muy acertada la posición italiana y ha pedido a su gobierno que siga sus pasos. Considera que el CETA perjudica a países ganaderos como Francia e Italia. Recuerdan que el CETA permite  la importación de 65.000 t de carne de vacuno y de 80.000 t de carne de cerdo con un bajo precio de entrada.