Ayer se celebró una nueva Mesa sectorial de la Fruta Seca de Cataluña en  el Departamento de Agricultura en Tarragona. Entre los ámbitos trabajados, destaca el Plan estratégico encargado para la valorización de la avellana, con el objetivo de mejorar la presencia del producto en el territorio y en el mercado y potenciar su consumo, que será desarrollado por el Parque Científico tecnológico del Turismo y Ocio de la Universidad Rovira i Virgili.

En el campo de la comercialización, se está analizando la posibilidad de crear una circunscripción económica, que podría ser una buena herramienta para el sector para mejorar la comercialización de los productos, facilitar estudios de mercado y optimizar los costes de las explotaciones, si así lo consideran las OPFH.

Otro aspecto en el que se está trabajando activamente es en el establecimiento de referencias para el Observatorio Agroalimentario de Precios, para dar cumplimiento al acuerdo entre el sector y el DARP de publicar precios de referencia de manera periódica que sean de utilidad para el sector. Está previsto que la publicación de los precios de referencia de la avellana se reanude a partir de la segunda quincena de octubre, cuando también se prevé empezar a publicar los precios relativos a la almendra.

En la reunión también se ha hecho referencia a la afectación del grano de la avellana, que se está abordando mediante un estudio que se está llevando a cabo de forma coordinada entre el IRTA, la Sección de Agricultura y Sanidad Vegetal del Departamento de Agricultura y técnicos de las ADV del Camp de Tarragona. Este estudio se centra en los daños producidos por la mancha blanca, la necrosis apical y la caída prematura de la avellana, unas problemáticas que actualmente preocupan mucho a los productores por los efectos negativos que tienen en las producciones y en la calidad del producto.

El grupo de trabajo de la avellana se creó a finales del año pasado con el objetivo de analizar la situación estructural del sector y estudiar medidas que garanticen su futuro y está formado por una representación de todos los agentes de la cadena, (producción, elaboración y comercialización), centros de investigación como el IRTA y la Universidad Rovira i Virgili, organizaciones profesionales agrarias, ADVs, técnicos del DARP y otros expertos.