Nuevos métodos naturales para controlar la procesionaria del pino se complementarán con los tratamientos aéreos que lleva a cabo habitualmente cada otoño el Departamento de Agricultura de Cataluña. Estos nuevos sistemas en fase de prueba piloto se concretan en la instalación de cajas nido para incrementar la presencia de determinadas especies depredadoras de la procesionaria y una serie de técnicas silvícolas que hagan los pinares más resistentes a esta plaga.

Desde hace unas semanas, el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña, por encargo del propio Departamento, está instalando cajas nido para murciélagos (140) y para pájaros insectívoros (200) y está haciendo un seguimiento de la población de estas especies y evaluando su eficacia en el control de la procesionaria. Estas cajas nido están ubicadas principalmente en el Berguedà y el Solsonès, y tienen como objetivo incrementar la abundancia de determinadas especies que puedan actuar como depredadores y minimizar los efectos de esta plaga.

Aparte, y como alternativa también para evitar que las poblaciones de procesionaria aumenten considerablemente, desde el Departamento de Agricultura se están evaluando técnicas silvícolas que hagan los pinares más resistentes a esta plaga, favoreciendo la proliferación de depredadores naturales. Hay que tener presente medidas preventivas, como favorecer que los ecosistemas forestales tengan más diversidad y, por tanto, más capacidad para reaccionar frente perturbaciones. Estas medidas son efectivas a medio y largo plazos.

Muestra de caja nido para murciélagos
La procesionaria del pino ( Thaumetopoea pityocampa ) es un lepidóptero defoliador que, además de ocasionar daños de consideración en extensiones importantes de bosques de pinos, origina urticaria y trastornos alérgicos a las personas ya los animales y perjuicios importantes a las economías locales (ganadería, trabajos silvícolas, caza, turismo rural …).

Todas estas actuaciones que se están estudiando de manera experimental son compatibles con otras medidas de control (retiradas de bolsas, trampas con feromonas, endoterapia …) y no sustituyen los tratamientos aéreos con productos biológicos que, cuando las afectaciones son muy importantes y en grandes extensiones, se han demostrado como la única medida de control eficiente.

Efectividad del 95% de los tratamientos aéreos

El Departamento de Agricultura (DARP) trató el otoño del año pasado 20.000 hectáreas de bosque para controlar la procesionaria. De este modo, el DARP triplicó el tratamiento en relación a la campaña anterior. Se actuó en 43 municipios de 12 comarcas con el objetivo de rebajar las poblaciones de esta plaga.

Los resultados de la campaña de otoño 2016 fueron muy positivos, ya que, de acuerdo con un trabajo externo realizado, la mortalidad en las zonas tratadas fue del 95,5%.

Los tratamientos se realizan en ultra-bajo-volumen (<3l de producto por hectárea) y con un producto biológico (Bacillus thuringiensis kurstaki) compatible con la agricultura ecológica.

Superficies y criterios para priorizar las zonas a tratar

El invierno pasado los daños que produjo la procesionaria volvieron a ser muy considerables en diferentes lugares de Cataluña. De acuerdo con las prospecciones efectuadas por el Departamento, a través del Cuerpo de Agentes Rurales, antes de la primavera, de las 725.000 ha de pinares que hay en Cataluña, unas 160.000 están afectadas en diferentes grados y 18.000 tienen el nivel más elevado .

La selección de las zonas a tratar se prioriza considerando diferentes parámetros como el grado de afectación del año anterior, la reiteración de las afectaciones, la susceptibilidad de las masas o el impacto socioeconómico, entre otros. El hecho de que un invierno haya habido un nivel de afectación importante en una zona concreta no significa necesariamente que el año siguiente el nivel deba ser también elevado.

Para el otoño de este año, el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación ha previsto una campaña de tratamientos aéreos de control en una superficie de 20.000 ha.