La Dirección General de la Competencia de Francia ha realizado una investigación para verificar si las mieles comercializadas en el mercado francés cumplen la normativa. El resultado de la investigación es que en 2013 cumplían el 50% de las mieles y que el grande cumplimiento ha subido del 44% en 2012 al 50% en 2013.

En el caso de las mieles baratas la situación no ha mejorado, ya que la tasa de incumplimiento permanece estable en el 42%.

Una de cada cuatro muestras analizadas tenían alguna anomalía en la composición, el origen y / o calidad:. Por ejemplo, mieles milflores etiquetadas como monoflorables, origenes falsos etc.
Más de una de cada cinco muestras tenía deficiencias en el etiquetado: ausencia o error en el origen, etiquetado en lengua extranjera, ausencia de indicación de fecha de consumo preferentes, uso del logotipo de Indicación Geográfica Protegida (IGP) o mención de una mención de calidad sin respetar el pliego de condiciones, etc.
Más de una miel de cada diez ha sido adulterada, con adición de azúcar exógeno de caña o maíz (hasta contenidos del 44%) o con agua.