El Gobierno catalán ha aprobado la Estrategia para promover la activación de la gestión forestal sostenible en Cataluña a través del aprovechamiento energético de la biomasa forestal y agrícola de Cataluña.
Se trata de una estrategia que tiene como objetivos esenciales el aprovechamiento energético de la biomasa forestal activando la cadena forestal para mejorar el estado de los bosques de Cataluña, reducir la carga de combustible que se acumula año tras año (3 millones de toneladas al año), reducir el riesgo de incendios, y potenciar la resiliencia de las masas forestales, lo que favorece la mejora de la biodiversidad y la reducción de los efectos negativos del cambio climático y los riesgos naturales.
La estrategia prioriza el aprovechamiento de los usos energéticos de la biomasa en todos los sectores, atendiendo a criterios de eficiencia y diversificación, y apuesta por no impulsar nuevas plantas de producción eléctrica. De esta manera se ayudará a potenciar el sector forestal, a dinamizar los aprovechamientos de la superficie arbolada de Cataluña, y contribuirá al desarrollo económico general y de manera significativa en el ámbito rural en generar actividad económica y puestos de trabajo.
Así, se prevé que en el marco de la Estrategia se puedan movilizar 500.000 toneladas más en otros aprovechamientos como las de madera para aserraderos, corcho y otros productos, que permitiría alcanzar un volumen total de 1.700.000 toneladas en el horizonte 2020, y representa el 50% de lo que crecen los bosques cada año. Esto permitirá alcanzar el equilibrio entre el crecimiento de la masa forestal y la gestión forestal sostenible de los bosques.
Esta Estrategia se inscribe en los objetivos del nuevo Plan General de Política Forestal de Cataluña 2014-2024 así como en los de la Estrategia 2020 de la Unión Europea y del Plan de la Energía y el Cambio Climático desde 2012 hasta 2020.
Los bosques son una infraestructura de país que hay que gestionar por su multifuncionalidad
Cataluña es un país de bosques; un 64% de la superficie es forestal, con poco más de 2 millones de hectáreas y un incremento de entre 3 y 4 millones de m 3 al año de las masas forestales. Los bosques son la infraestructura verde más importante del país, pero desafortunadamente su explotación comercial sólo representa el 1, 3% del PIB del sector primario y el 0,06% del PIB global del país.
Los bosques proporcionan un amplio conjunto de bienes y servicios, aportando una serie de valores inherentes a estos espacios, en sustentar gran parte de la biodiversidad con la fijación de carbono, el aporte de oxígeno, la ayuda al recargo de acuíferos, la reducción de la erosión y los servicios asociados a fines de ocio y científicas. Sin embargo, los titulares de los terrenos habitualmente no se benefician económicamente de estos valores, lo que dificulta la gestión forestal.
Esta multifuncionalidad aportada por los espacios forestales hay que preservarla como objetivo de primer orden. La Estrategia presentada adopta las medidas adecuadas para el aprovechamiento energético contribuye al logro de este objetivo haciéndola compatible a la vez con la preservación de los bosques singulares y la planificación del uso del recurso, garantizando el cumplimiento de los objetivos de conservación en los espacios forestales dentro de espacios Natura 2000.
En el contexto actual de abandono de la actividad rural, y con un escenario futuro de cambio climático, se pueden producir grandes incendios en diferentes épocas del año, lo que coincide con un incremento de la frecuencia de episodios climatológicos extremos ( nevadas, ventiscas y sequías). Por esta razón, es necesario intervenir para favorecer la recuperación de los espacios afectados por catástrofes y, consecuentemente, se deben proteger desde un punto de vista hidrológico y como sumidero de carbono.
Para gestionar todo ello hay que tener en cuenta los siguientes condicionantes:
§ Del 1.315.000 hectáreas (ha) arboladas en Cataluña se considera que un 64% (837.000 ha) son susceptibles de aprovechamiento de acuerdo con criterios de sostenibilidad.
§ De esta superficie susceptible de aprovechamiento, 341.000 ha, un 41%, disponen de condiciones favorables para su explotación sostenible.
§ Otro 46% es accesible mediante cable aéreo, técnica con un gasto económico elevado, y que representa la superficie más difícil de mecanizar, difícilmente generalizable a la biomasa.
§ Un 40% de la superficie considerada aprovechable se sitúa dentro de espacios naturales con alguna figura de protección. La promoción socioeconómica de los espacios protegidos, en parte a partir de la gestión forestal, es compatible con la protección de los valores de estos espacios.
§ La gestión forestal mediante la aplicación de una silvicultura – ciencia, técnica y arte de gestionar las masas forestales-preventiva reduce la vulnerabilidad de las masas arboladas. Esta silvicultura debe incrementarse dentro de los Perímetros de Protección Prioritaria (red de cortafuegos, pistas forestales y puntos de agua para la protección de un macizo).
El aprovechamiento energético de la biomasa
El Plan de la Energía y Cambio Climático de Cataluña 2012-2020 (PECAC 2020), aprobado por el Gobierno catalán en el mes de octubre de 2012, hace una apuesta decidida por el aprovechamiento energético de la biomasa forestal, proponiendo una estrategia singular específica en este ámbito, que incluye una serie de propuestas concretas de actuaciones.
El aprovechamiento de la biomasa para usos térmicos contribuye a la disminución de la dependencia energética externa (combustibles fósiles), la mejora de la competitividad de las empresas consumidoras de energía y el desarrollo de un tejido empresarial formado por nuevas empresas.
Esta Estrategia quiere asentar un modelo de producción energética sostenible que repercuta directamente en un ahorro directo sobre los consumidores finales, muy especialmente para ayuntamientos, corporaciones locales y empresas.
Desde la vertiente de la mitigación del cambio climático, el uso de biomasa forestal tiene un comportamiento neutro en cuanto a las emisiones de CO 2 y la sustitución de combustibles fósiles representa una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En cuanto a las emisiones a la atmósfera de las instalaciones de biomasa, se tendrán en cuenta las prescripciones previstas en el Plan de Calidad del Aire 2013-2015, especialmente en lo que respecta a las zonas declaradas de protección especial y , a la vez, se adaptará la normativa de emisiones atmosféricas para este tipo de instalaciones.
Objetivos y resultados esperados en el horizonte 2020
La Estrategia permitirá hacer trabajos silvícolas y mejoras a 25.000 ha / año en 2020, cuando actualmente nos situamos en unas 10.000 ha / año para la obtención de energía térmica, lo que supondrá movilizar 600.000 t / año cuando actualmente se sitúan en 240.000 t / año.
Esta cifra permitirá alcanzar un consumo de biomasa forestal para usos térmicos en Cataluña de 172,8 ktep ( unidad de energía de una tonelada equivalente al petróleo) en el año 2020. Este objetivo supone multiplicar aproximadamente por 2,5 el actual consumo de biomasa de origen forestal para usos térmicos en Cataluña.
Las principales líneas de actuación que marca esta Estrategia son las siguientes:
-Asesoramiento en la evaluación del recurso.
-Optimización de la logística.
-Impulso al cooperativismo forestal y al uso de maquinaria.
-Favorecer la producción de biocombustibles (astillas, pellets, briquetas).
-Apoyo al tejido empresarial de leña y carbón vegetal.
-Regulación y normalización de los biocombustibles.
-Oferta de combustibles con precios más competitivos que los de origen fósil en la industria y los servicios.
-Diseño de un marco integral de ayudas económicas mediante un programa único.
-Fomento de las instalaciones de calefacción con biomasa en los edificios de las administraciones públicas.
-Apoyo de los aprovechamientos térmicos y de las aplicaciones de cogeneración con subproductos de biomasa en las industrias catalanas.
-Potenciación de las empresas de servicios energéticos en el ámbito de la biomasa.
-Impulso a la investigación y desarrollo tecnológico (biocarburantes de 2 ª generación, …)
-Simplificación administrativa y coordinación entre administraciones.
-Consolidación del sector económico y promoción de asociaciones o clusters específicos
El incremento en la utilización de biomasa forestal para usos térmicos propuesta en la Estrategia, supondrá la sustitución de diferentes combustibles fósiles y evitará la emisión de más de 270.000 toneladas de CO 2 a la atmósfera en 2020.
Esta sustitución de combustibles fósiles por biomasa forestal supondrá una reducción directa de la factura energética de los consumidores catalanes de 17,1 millones de euros anuales en el año 2020 y de 50,3 millones de euros para el global del periodo 2015-2020. Esta Estrategia también conlleva una reducción de las importaciones de combustibles fósiles en Cataluña valoradas en 43,7 millones de euros en 2020 y 128,8 millones de euros para el conjunto del periodo 2015-2020.
En términos de puestos de trabajo, esta política forestal y energética implicará crear 1.900 nuevos puestos de trabajos permanentes directos e indirectos en el horizonte del año 2020 y contribuirá a reactivar nuestra economía sobre todo en el ámbito rural.
Financiación
Dentro la Estrategia para el aprovechamiento energético de la biomasa forestal, un punto clave es el apoyo económico, tanto en la vertiente de la oferta y mejora de las infraestructuras (disponibilidad del recurso) como de la demanda (aprovechamiento energético ).
Todas las iniciativas en curso o en proyecto promovidas por los diferentes organismos y / o entidades serán coordinadas en el marco de un Programa Único de Ayudas Económicas (PUAE) de carácter mixto (que incluya subvención a fondo perdido y financiación con préstamos), por impulsar el aprovechamiento térmico de la biomasa, dirigido en su conjunto a todos los sectores estratégicos (doméstico, industrial, primario, terciario y municipal).
Gobernanza
El Comité de Dirección, coordinado por el Departamento de la Presidencia, contará además con la participación de los departamentos de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural, el de Empresa y Empleo, de Territorio y Sostenibilidad y de Economía y Conocimiento .
En cuanto al Comité Gestor, estará formado por la Dirección General del Medio Natural y Biodiversidad del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural y la Dirección General de Energía, Minas y Seguridad Industrial y el Instituto Catalán de Energía del Departamento de Empresa y Empleo.
Inicialmente, el Comité Gestor se encargará de la elaboración del Documento de Implantación de la Estrategia; evaluará, según un Protocolo de evaluación, los proyectos que se presenten y los resolverá. Los proyectos que tengan una especial envergadura o singularidad los derivará al comité de dirección. Además, ejecutará las actuaciones previstas y posteriormente coordinará la ejecución de las decisiones tomadas por el Comité de Dirección y contará con el asesoramiento técnico del Centro Tecnológico Forestal de Cataluña.
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