Con motivo de la celebración, hoy jueves 21 de marzo, del Día Internacional de los Bosques, la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente y SEO/BirdLife alertan de la importancia de los árboles singulares y los bosques maduros como reductos de biodiversidad, testigos del cambio climático, generadores de paisaje, dinamizadores sostenibles de las economías rurales y herramientas de educación medioambiental.
Coincidiendo con la llegada de la primavera en el hemisferio norte, este año será la primera vez que, por indicación de la ONU se celebre en todo el planeta lo que hasta ahora era el Día del Árbol o Día Mundial Forestal.
Los bosques hospedan más del 80% de la biodiversidad terrestre, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), contribuyen a la lucha contra la desertificación y son esenciales para reducir el impacto del cambio climático. Pero están en peligro. El año pasado se registró en España el mayor número de incendios forestales desde que se tienen estadísticas. En total ardieron 165.000 hectáreas de bosques, algunos de ellos fósiles vivientes como los del Parque Nacional de Garajonay, en La Gomera.
“La muerte de uno solo de estos árboles monumentales, algunos de ellos milenarios, es una tragedia ambiental, pues con su desaparición perdemos esos pequeños microcosmos cobijados a su sombra, esos reductos de biodiversidad absolutamente irrepetibles”, advierte Odile Rodríguez de la Fuente, directora general de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente.
Hay que recordar que una plantación de árboles no hace un bosque. Ecosistemas muy complejos, las formaciones forestales naturales incluyen un elevado número de especies vegetales y animales capaces de evolucionar sin necesidad de manejo. El bosque es mucho más que madera. Los cultivos a gran escala con especies de rápido crecimiento, como eucaliptos o pinos, generan negativos impactos sociales y ambientales. Es necesario desarrollar una nueva política de restauración forestal y planes de gestión eficientes donde sea mucho más importante conservar nuestros bosques y árboles singulares, imposibles de reproducir, y recuperar las masas de arbolado perdidas, que tratar de crear nuevas plantaciones a partir de unas pocas especies. La nueva Ley de Montes, que el Gobierno está ahora elaborando, debería evitar dar pasos hacia atrás en la conservación y debería primar una gestión de los montes que mejore sus condiciones ecológicas.
En ese sentido, uno de los mejores indicadores para valorar la calidad ambiental de los ecosistemas lo constituyen las aves. La directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, afirma: “Los censos de seguimiento de avifauna en España señalan que las especies forestales presentan en general una tendencia positiva, aunque son las especies generalistas las que más prosperan, mientras que aquellas que dependen de bosques maduros, como el urogallo o el pico dorsiblanco, tienen un estado de conservación desfavorable”. Esta tendencia puede tener relación con el aumento de las masas forestales jóvenes y el deterioro que sufren los bosques maduros en España por diversas causas.
Las dos ONG españolas recuerdan la necesidad de impulsar medidas legales efectivas de protección de los árboles y masas forestales singulares, especialmente desde los propios municipios. Ello permitirá desarrollar una amplia red de corredores biológicos que logre detener el actual proceso de fragmentación de los bosques por culpa de actuaciones urbanísticas, infraestructuras, explotaciones a cielo abierto y cambios en el uso del territorio.
La Red Natura 2000, que abarca los territorios de más valor ambiental de la UE, debería ser ejemplo de un tipo de manejo forestal que potencie los bosques maduros y de alto valor ecológico. Así lo consideran la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente y SEO/BirdLife, que gracias al apoyo de la Unión Europea y su instrumento financiero LIFE+ promueven dos importantes proyectos de comunicación sobre estos espacios: Grandes Árboles para la Vida y Activa Red Natura 2000. Hay que recordar que el 45% de la superficie forestal española se encuentra protegida dentro de la Red Natura 2000 y que más del 50% de la superficie de la RN2000 está formada por bosques
Un punto clave para lograrlo es reconocer la importancia del mundo rural en la preservación del patrimonio forestal y su recuperación. Las actividades agrícolas y forestales tradicionales son responsables directas del mantenimiento de toda esta riqueza, conservando el arbolado y su biodiversidad asociada. La colaboración de agricultores y ganaderos es por lo tanto fundamental para lograr que el primer Día Internacional de los Bosques sirva de reconocimiento explícito a su labor y ayude a tejer alianzas entre las ciudades y el campo.
En_Arbolar: Grandes Árboles para la Vida, es un proyecto Life+ de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente (FFRF) dedicado a promover el valor de los árboles singulares y los bosques maduros en la salvaguardia de la biodiversidad y que es cofinaciado por la Diputación de Valencia a través de su empresa pública IMELSA (Impulso Económico y Local S.A.)
Activa Red Natura es un proyecto Life+ de SEO/BirdLife y la Agencia EFE que tiene como objetivo contribuir a la conservación de la Red Natura 2000 a través de la mejora de su conocimiento y la sensibilización de la población.
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