Esta semana está previsto que se inicie la campaña remolachera en Francia. Todos los pronósticos apuntan a que será buena, gracias a unas siembras tempranas (16 días antes de la media de los últimos 5 años) y a unos pronósticos meteorológicos favorables.

Una primavera cálida y seca seguida de un verano cálido y húmedo han beneficiado el desarrollo de las raíces en junio y julio, compensando la sequía del mes de mayo. No obstante, el desarrollo de las remolachas es bastante heterogéneo según las zonas, teniendo en cuenta que la mayor parte se cultiva en secanos frescos. Mientras que en julio, la pluviometría ha sido en torno a un 30% superior a lo normal, de manera general, en agosto, ha habido zonas con lluvias un 70% superiores a las del año pasado y otros lugares donde solo ha llovido6 mm.

Las primeras muestras señalan unos resultados semejantes a los de 2009, que fue una buena campaña. La duración prevista es de 100 días, frente a los 98 días que duró la campaña pasada, según las estimaciones de la Confederación francesa de Remolacheros.